Distribución de ingresos en Puerto Rico

Distribución de ingresos en Puerto Rico

Publicado el 25 de octubre de 2010

Sergio portrait
Director de Política Pública
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Puerto Rico se encuentra en el quinto año de una depresión económica.  Desde el 2006 el producto nacional bruto y el empleo total en Puerto Rico se han reducido por 11% y 14%, respectivamente.  La inversión interna bruta de capital fijo se ha reducido en un 25% durante ese mismo periodo.

A ese cuadro desolador le tenemos que añadir la pésima distribución de los ingresos en Puerto Rico.  De acuerdo con datos del más reciente Puerto Rico Community Survey, llevado a cabo por la Oficina del Censo de los Estados Unidos, el 20% más rico de los hogares en Puerto Rico recibió 55.3% de todos los ingresos generados en la isla.  Más aun, el 5% más rico obtuvo el 24.9% de todos los ingresos.

 

Fuente:  Puerto Rico Community Survey 2009

Al otro lado de la distribución encontramos que el 20% más pobre recibió apenas el1.7% de todo el ingreso del país y eso que el Censo toma en consideración las transferencias federales en efectivo como parte del ingreso del hogar.  ¿Cómo se justifica que el 40% más pobre reciba solo el 8.8% de todo el ingreso del país?  No creo que exista ninguna teoría de la justicia que pueda defender esta disparidad.

La tabla a continuación presenta el ingreso promedio por quintil en Puerto Rico.  El 20% más pobre tiene un ingreso anual promedio de $2,455.  Eso es igual a $6.73 diarios.  Mientras el ingreso promedio del 20% más rico es de $78,679.  Esa cifra es igual a 32 veces el ingreso promedio del quintil más pobre.  En Estados Unidos el ingreso promedio del 20% más rico es equivalente a “solo” 15 veces el ingreso del quintil más pobre.

 

Fuente:  Puerto Rico Community Survey 2009

Además de ser moralmente injustificable, Robert Reich, ex Secretario del Trabajo durante la presidencia de Bill Clinton, hace el argumento que una distribución tan desigual como la prevaleciente en Estados Unidos (y añadimos nosotros, en Puerto Rico) es mala también para la economía.

Esto se debe a que los hogares ricos tienden a consumir una porción relativamente más pequeña de su ingreso total en comparación con los hogares pobres.  En una economía orientada al consumo, cuando la desigualdad de ingresos llega a estos extremos (en Estados Unidos el nivel más alto desde 1929) la demanda agregada sufre ya que el consumidor promedio no tiene ingresos para mantenerla creciendo y creando empleos.  Reich también advierte que los ricos no necesariamente invierten sus ahorros en Estados Unidos.  De hecho, muchos buscan el rendimiento más alto sea en la bolsa de Nueva York, en las Islas Caimán, o en China.

Creo que la economía de Puerto Rico, además de sus otros problemas estructurales, está sufriendo del fenómeno descrito por Reich.  Puerto Rico, para bien o para mal, es una economía orientada al consumo.  En esa economía, cuando el 60% más pobre de la población obtiene solo el 21.8% del ingreso no va a ser posible mantener la demanda en un nivel suficiente para aumentar significativamente la creación de empleos.  También es cierto en Puerto Rico muchas personas con el capital para invertir no lo hacen aquí sino que compran bonos del Tesoro de los Estados Unidos u otros instrumentos fuera de Puerto Rico.

Para rectificar esta situación es necesario aumentar el poder adquisitivo de ese 60% más pobre de la población.  Políticas económicas que generen una distribución más equitativa de la prosperidad nos ayudaran a mantener un crecimiento económico fuerte y sostenible.

En resumen, Reich encapsula su argumento en la siguiente pregunta: ¿Qué es mejor: tener un pedazo grande de una economía estancada o un pedazo más pequeño de una economía creciendo rápidamente?

Una pregunta que también nos tenemos que hacer todos aquí en Puerto Rico.