Protagonismo

Protagonismo

Publicado el 24 de octubre de 2013

Mike Portrait
Presidente y Fundador
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A menudo escuchamos que el problema en Puerto Rico es el protagonismo. Es decir, que nuestra disfunción colectiva como país emana de nuestra incapacidad de unir esfuerzos pues cada iniciativa tiene el gran deseo de ubicarse y venderse como la primera y principal. Eso en sí provoca que los esfuerzos se dupliquen y que los recursos se diluyan, y en algunos casos, hasta provoca el sabotaje de iniciativas por los competidores.

Yo pienso que el asunto se presenta un poco más matizado pues la realidad es que muchos retos requieren de un gran protagonista con el liderato y la fuerza moral para mover montañas. América Latina tuvo a Simón Bolívar entre sus grandes protagonistas. Estados Unidos tuvo a Franklin Delano Roosevelt. Y en Puerto Rico no serían muchos los que argumentarían en contra de que Luis Muñoz Marín tuvo un rol protagónico en nuestro desarrollo. Todos los proyectos importantes usualmente tienen un gestor principal que convoca, consolida y concierta voluntades.

Yo creo que el verdadero problema no es tanto el protagonismo sino nuestra renuencia de valorizar los diferentes roles que componen nuestro conjunto de necesidades. Esto no es un tema nuevo. El Apóstol Pablo le explicó a los Efesios que cada cual tenía su aportación que hacer. Algunos como apóstoles, otros como profetas, otros como evangelistas y otros como pastores y maestros. El mensaje es universal y mantiene su vigencia dos mil años después: cada cual tiene algo diferente pero importante que aportar.

En ese sentido creo es relevante subrayar que, para desarrollar Puerto Rico, cada cual debe aportar lo que le corresponde. El que tenga para financiar proyectos, debe financiar los proyectos que existen, en vez de montar un proyecto nuevo. El que puede generar empleos, debe dedicarse a eso. El que puede servir de puente entre sectores, debe ofrecer eso al esfuerzo.

En ese mismo sentido, hay que aclarar que convergencia no quiere decir que todos estén haciendo lo mismo. Cada cual debe aportar en el área en que tenga pericia y donde pueda añadir valor. Unos deben desarrollar, otros pensar y otros financiar. Así que el problema no es sólo protagonismo. Es que hay gente donde no debe estar, haciendo cosas que no saben hacer.

Por otro lado, parecería irónico pero, en ciertas áreas, se da en Puerto Rico una falta de protagonismo. El historial y la experiencia que hay en este país de un gobierno vengativo ha provocado que muchos líderes no hablen y se mantengan callados para evitar represalias a sus empresas a través de instrumentalidades gubernamentales. Esto ha causado que el sector privado en Puerto Rico haya sido muy mal representado en los últimos años.

Mi opinión es que el protagonismo no ha sido realmente nuestro problema principal. Yo pienso que nuestro obstáculo primordial ha sido que no ha existido hasta ahora en Puerto Rico un proyecto que irradie capacidad y provoque suficiente confianza para atraer otros grupos a unirse. Pero creo que estamos cerca a que eso suceda. Todos los principales esfuerzos de ahora, imperfectos como son, representan el comienzo del gran tsunami de cambio social que se avecina hacia Puerto Rico y que pronto nos arropará como una ola imparable de justicia y equidad.

Por lo tanto, hagamos como señaló el Apóstol Pablo: si Dios nos ha dado el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; si nos ha dado el don de servir a otros, sirvámoslos bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se dedique a la enseñanza; el que haya recibido el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo cuidado, y el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría.