El 18 de septiembre, en v铆speras del quinto aniversario del hurac谩n Mar铆a y cuando Puerto Rico se preparaba para conmemorar las vidas perdidas y reflexionar sobre la destrucci贸n causada por una de las tormentas m谩s fuertes jam谩s vistas por estas latitudes, la madre naturaleza nos hizo una mala jugada enviando al hurac谩n Fiona hacia nosotros. Fiona golpe贸 la isla como un hurac谩n de categor铆a 1 con vientos sostenidos de alrededor de 85 millas por hora. Se estima que la tormenta derram贸 1 bill贸n de galones de agua sobre Puerto Rico en aproximadamente 48 a 60 horas. Los da帽os causados por las inundaciones y la marejada cicl贸nica fueron graves, potencialmente mortales en algunos casos y generalizados.
Fiona, por lo tanto, puso en evidencia una vez m谩s la gran vulnerabilidad de la sociedad puertorrique帽a ante este tipo de acontecimientos. El impacto de una tormenta de este tipo no s贸lo depende de su fuerza o potencia, sino tambi茅n del nivel de vulnerabilidad preexistente de una sociedad determinada. Puerto Rico era extremadamente vulnerable antes del hurac谩n Fiona porque s贸lo se hab铆a iniciado el 30% de los trabajos permanentes de reconstrucci贸n relacionados con el hurac谩n Mar铆a; miles de personas segu铆an viviendo en zonas propensas a inundaciones y, b谩sicamente, no se hab铆a hecho nada para robustecer la red el茅ctrica y otras infraestructuras cr铆ticas o aumentar su capacidad de resistencia. Dado todo eso, la pregunta clave que se debe hacer es: 驴por qu茅 cinco a帽os despu茅s del hurac谩n Mar铆a el proceso de reconstrucci贸n esta tan atrasado?
La respuesta corta, como subrayamos hace tres a帽os, es que hemos fracasado a la hora de abordar cinco retos clave del proceso de recuperaci贸n de Puerto Rico, a saber: (1) la falta de coordinaci贸n efectiva entre las partes a cargo de la reconstrucci贸n, (2) las plataformas de participaci贸n p煤blica mal dise帽adas, (3) los esfuerzos superficiales de transparencia, (4) la falta de implementaci贸n de mecanismos de supervisi贸n adecuados, y (5) el desembolso extremadamente lento de los fondos de recuperaci贸n.
Incluso antes de que Fiona azotara, la falta de coordinaci贸n entre el gobierno federal, las agencias gubernamentales de Puerto Rico y los municipios de la isla era evidente. Por ejemplo, en una audiencia p煤blica celebrada el 15 de septiembre en el Congreso, los representantes de FEMA, la GAO y la oficina central de Puerto Rico para la reconstrucci贸n, conocida como “COR3”, no pudieron ponerse de acuerdo sobre el n煤mero de proyectos a largo plazo en curso y la cantidad de dinero que se hab铆a gastado para robustecer la red el茅ctrica. La representante de FEMA subray贸 que esta agencia hab铆a comprometido unos $9,500 millones para la reconstrucci贸n a largo plazo de la red; mientras que el representante de la GAO se帽al贸 que de esa cantidad s贸lo se hab铆an gastado unos 40 millones de d贸lares. Poco despu茅s, sin embargo, el director de la COR3 calific贸 de “progreso” que se hubieran gastado unos $183 millones en la reconstrucci贸n de la red. Resulta obvio, entonces, que las partes o no est谩n hablando el mismo idioma, o utilizando las mismas definiciones, o ambas cosas. Hay una clara falta de comunicaci贸n, que en 煤ltima instancia es una falla de coordinaci贸n.
Los da帽os ocasionados por el hurac谩n Fiona a帽adir谩n sin duda otra capa de complejidad a lo que ya era un esfuerzo dif铆cil y complicado. Ahora nos enfrentamos al reto de administrar tres tipos de proyectos diferentes: proyectos para reparar los da帽os ocasionados por Mar铆a y que no sufrieron da帽os adicionales por Fiona; proyectos para reparar los da帽os causados por Fiona; y proyectos que ya estaban en marcha para reparar los da帽os causados por Mar铆a y que se vieron afectados por Fiona. Por lo tanto, se inicia otro proceso de reconstrucci贸n y recuperaci贸n paralelo al que ya se estaba llevando a cabo, pero que debe sincronizarse con el que ya est谩 en marcha, para evitar retrasos, la duplicaci贸n de esfuerzos y el mal uso de fondos p煤blicos.
Parad贸jicamente, esta complicada situaci贸n tambi茅n nos ofrece la oportunidad de replantear planes y programas clave; identificar las deficiencias existentes y tomar medidas eficaces para remediarlas. En varias semanas pasaremos de la respuesta inmediata al hurac谩n Fiona a la planificaci贸n de la reconstrucci贸n de los da帽os causados por este fen贸meno natural. Cuando las c谩maras se apaguen, los medios de comunicaci贸n internacionales dejen de rese帽ar a Puerto Rico y la vida en la isla comience a retomar su ritmo cotidiano, es imperativo que no olvidemos a quienes perdieron sus hogares, a las comunidades que quedaron inaccesibles y a los due帽os de peque帽os negocios que lo perdieron todo. En esta coyuntura, se hace evidente la necesidad de definir cuidadosamente marcos precisos de planificaci贸n, coordinaci贸n y ejecuci贸n, y de mejorar el flujo de informaci贸n. Dicho de otra manera, se necesita una entidad que coordine y gestione de forma integral la recuperaci贸n de Puerto Rico.
El presidente Biden visit贸 recientemente Puerto Rico y expres贸 su apoyo y solidaridad con todos los que han sufrido tanto desde el hurac谩n Mar铆a. Ese apoyo es muy apreciado por todos en la isla. Sin embargo, creemos que la actual convergencia de acontecimientos exige que el presidente Biden tome medidas audaces y ordene la creaci贸n de una entidad similar al Grupo de Trabajo para la Reconstrucci贸n del Hurac谩n Sandy, que fue creado por el presidente Obama bajo la Orden Ejecutiva 13632 del 7 de diciembre de 2012.
El Grupo de Trabajo para la Recuperaci贸n de Puerto Rico tendr铆a: un mandato expl铆cito para聽coordinar聽los esfuerzos de recuperaci贸n entre las agencias federales, y entre el gobierno federal y el gobierno de Puerto Rico; proveer铆a para que se incluyan聽funcionarios electos puertorrique帽os聽de todos los niveles y sus representantes, incluido el COR3, a trav茅s de un grupo asesor; promover铆a la聽subsidiariedad y la inclusi贸n聽mediante la participaci贸n de los actores locales, los municipios, las organizaciones comunitarias, las ONG activas en Puerto Rico y los l铆deres empresariales; y聽fortalecer铆a la econom铆a local聽garantizando que los residentes de Puerto Rico y las empresas locales sean contratados de forma prioritaria.
Esa es la ayuda que Puerto Rico necesita.
Esta columna fue publicada originalmente en ingl茅s en The Hill el 5 de octubre de 2022.