Asuntos federales prioritarios para Puerto Rico

Asuntos federales prioritarios para Puerto Rico

Publicado el 9 de mayo de 2024 / Read in English

Directora, Oficina de Washington D.C.
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Un mensaje de esta servidora:

¡Estoy de vuelta! Durante los últimos dos años, trabajé para Puerto Rico desde el gobierno de los Estados Unidos. Llevé a cabo mi trabajo con un gran sentido de orgullo y profunda responsabilidad. Fui parte de la primera Administración federal en nombrar asesores senior en agencias federales para velar específicamente por Puerto Rico. Y yo fui una de ellos. Nuestros esfuerzos colectivos innegablemente han asegurado grandes avances en la política pública para Puerto Rico. Sin duda, como me dijo una congresista muy sabia “hemos madurado políticamente y estamos mejor preparados para hacer valer nuestro peso”.

Durante mi tiempo en el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano federal (HUD, por sus siglas en inglés), trabajé incansablemente para asegurar que hubiera un reconocimiento y comprensión más profunda de cómo las circunstancias históricas, las deficiencias en los programas y las diferencias culturales han resultado en un terreno de juego desigual para Puerto Rico, al igual que para todos los territorios de Estados Unidos.  Aunque a veces ha sido difícil abordar deficiencias que están profundamente arraigadas, estoy orgullosa del progreso que hemos hecho y de las lecciones que hemos aprendido. Mantengo la confianza de que algún día cada agencia federal tenga personal dedicado trabajando para corregir los numerosos errores históricos.

La misión de CNE en Washington D.C. es clara: dar forma e informar los debates sobre Puerto Rico y llevar recomendaciones de investigación y política pública directamente en manos de los responsables de la toma de decisiones. Pero enfrentamos a muchos retos. El entorno político en Washington, D.C. se ha vuelto cada vez más contencioso. En su gran mayoría, la oposición a las soluciones de política pública se deriva de posturas ideológicas en lugar de evidencia empírica. En lugar de fomentar la unidad, hay mucha división: the Divided States of America.  Para la formulación de política pública para Puerto Rico existe una dicotomía marcada: o estás a favor de apoyar sus necesidades, o te opones completamente a ello.

A veces nos encontramos apagando fuegos antes de incluso tener la oportunidad de proponer soluciones. Precisamente este mes, después de más de cinco años de sentar las bases para la transición de Puerto Rico al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), nos enfrentamos a una propuesta que no sólo niega el acceso a SNAP, sino que también recorta unos $700 millones de nuestro programa existente.

En el mundo real, los retos son aún más grandes.  Antes de que la desinformación fuera ampliamente promovida por las redes sociales y todos los “clics”, hubo todo un esfuerzo por desafiar el conocimiento por completo – para, de hecho, crear ignorancia: “a través de la publicidad, los comunicados de prensa engañosos, el financiamiento de investigaciones engañosas, el establecimiento de organizaciones científicas de fachada, la manipulación de las agendas legislativas, la organización de ‘investigaciones amistosas’ para su publicación en revistas populares, y una gama de proyectos adicionales de las artes oscuras de la agnotología”.  Esos mismos mecanismos han crecido exponencialmente y ahora se infiltran en nuestra vida cotidiana. Hace poco estuve en Nueva York y me encontré con este mosaico en una de las estaciones de la Autoridad Metropolitana de Transportación.

Me detuve a pensar en las implicaciones de la analogía de ese “iceberg” en relación con nuestro rol en la sociedad.  ¿Estamos confiando en nuestros sentimientos por encima de los hechos y la evidencia?  Imaginemos que simplemente confiáramos en que los pilotos saben lo que hacen, en lugar de exigirles un entrenamiento intensivo antes de poner nuestras vidas en sus manos.

Estamos en un punto de inflexión, lidiando con profundas divisiones ideológicas, un estancamiento legislativo, una desigualdad de ingresos arraigada y un aumento global del autoritarismo. El rol de los centros de pensamiento como el CNE es ahora más importante que nunca.  Y por eso regresé.

El CNE se ha ganado su reputación haciendo el trabajo difícil y absteniéndose de agendas impulsadas políticamente.  Somos mediadores objetivos en los asuntos de Puerto Rico.  Estamos aquí para ayudarte a entender problemas e ideas a través del análisis.

“Estar y mantenerse informado requiere tiempo y energía, pero los resultados para los individuos y el país hacen que valga la pena. Cuando se trata de nuestra obligación de estar informados, aquellos quienes están en posición de influir en las opiniones de los demás tienen una responsabilidad especial de conocer bien los hechos y distinguir cuidadosamente entre hechos, evaluaciones, predicciones y recomendaciones”.

Richard Haas, Bill of Obligations

 

Entonces ¿qué es lo próximo?

La manera en que se diseñan los programas federales en el Congreso federal requiere que Puerto Rico regrese al Congreso cada tantos años y presente nuevos pedidos. Eso incluye aumentos en las asignaciones, cambios en los niveles de beneficios, inclusión en ciertos programas a los que se nos ha negado el acceso, además de ciertas exenciones por requisitos irrazonables. Pero eso también establece cierta previsibilidad en nuestro calendario.

A continuación, presentamos una lista de los asuntos de política pública federal que CNE impulsará durante los próximos años.

PAN a SNAP

El gobierno de Estados Unidos equilibra la producción de alimentos y el acceso a los mismos para las personas que viven en la pobreza a través de su Ley Agrícola, revisada cada cinco años por el Congreso. Esta reevaluación periódica ofrece una oportunidad única para revisar las políticas públicas agrícolas y los programas alimentarios. Además de las revisiones de las ayudar y subsidiar a los agricultores y corporaciones agrícolas debido a los avances tecnológicos, preocupaciones ambientales y preferencias del consumidor, también es una oportunidad para examinar y revisar la eficacia de los programas de seguridad alimentaria de Estados Unidos. Por lo tanto, estamos frente a una oportunidad única para que Puerto Rico abogue por sus necesidades.

Desde hace muchos años, una amplia coalición de actores locales y de Estados Unidos, tanto del sector público como el privado, se han unido para impulsar la incorporación de Puerto Rico al programa SNAP. Como resultado de ese cúmulo de esfuerzos, la presidenta del Comité de Agricultura del Senado de EE.UU. dio a conocer recientemente un marco para la nueva legislación que autoriza la transición al SNAP para Puerto Rico, asigna los fondos necesarios para poder hacerlo y ordena un estudio de la Oficina de Controlaría General de EE.UU. (GAO, por sus siglas en inglés) sobre la efectividad y disponibilidad de los programas de nutrición en estados y territorios aislados de los Estados Unidos. Este documento, una respuesta a la propuesta de la Cámara de Representantes, tiene como objetivo fomentar la colaboración bipartidista para lograr un resultado legislativo exitoso, y estamos comprometidos a ser parte del proceso.

Haz clic aquí para leer la más reciente columna sobre este tema de Sergio M. Marxuach, director de Política Pública.

Cambios al código fiscal

En diciembre de 2017, el Congreso aprobó la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017, conocida en el Congreso como la TCJA por sus siglas en inglés.  Si bien ciertas disposiciones de la TCJA se hicieron permanentes, muchas están programadas para expirar el 31 de diciembre de 2025.  Esto significa que el Congreso tendrá que negociar otro paquete fiscal importante en 2025, abriendo la puerta para que Puerto Rico abogue por los ajustes fiscales federales necesarios.

Un área a la que le estamos prestando mucha atención es el suplemento federal al Crédito por trabajo (EITC, por sus siglas en inglés) local.  En 2021, la Ley del Plan de Rescate Estadounidense incluyó un suplemento federal anual que fortaleció el programa del Crédito por trabajo de Puerto Rico. A nivel de Estados Unidos, el EITC juega un papel crucial en la mejoría de la seguridad económica, la mejoría en el rendimiento educativo de los niños y la mejoría del bienestar familiar en general.

Los últimos tres años han sido algo experimentales para Puerto Rico mientras se evalúa la adopción y la efectividad de la reciente expansión. Los datos iniciales demuestran que casi 125,000 personas que se beneficiaron directamente del EITC han logrado superar la pobreza gracias al EITC y a otros programas importantes contra la pobreza incluidos en el Plan de Rescate Estadounidense.

Dado lo crítico que ha sido este programa para aliviar la pobreza e impulsar la participación en la fuerza laboral, trabajaremos con otros socios para priorizar el aumento de fondos para el Crédito por trabajo de Puerto Rico en las discusiones del proyecto de ley tributaria del próximo año.

Financiamiento de Medicaid

A lo largo de los años, el gobierno federal ha financiado los programas de salud para las personas de bajo ingreso de manera diferente entre los estados de EE.UU. y sus territorios.  Tras años de abogacía y ciclos de bajo rendimiento de subvenciones insuficientes, el Congreso finalmente tomó medidas en 2022 al autorizar un paquete de financiamiento de cinco años con las asignaciones más altas jamás otorgadas para el programa Medicaid de Puerto Rico. Estos niveles de financiamiento sin precedentes han permitido que Puerto Rico aumente la elegibilidad y los servicios para los más necesitados.

Si bien el paquete de cinco años representa una mejora grande respecto a los parchos anteriores , sigue siendo temporero y expira en septiembre de 2027. Además, no fue suficiente para cubrir todos los programas que se ofrecen en Estados Unidos.  Por ejemplo, no cubre los servicios y ayudas a largo plazo ni la transportación médica no urgente para la población de Puerto Rico, cada vez más envejecida.

Seguiremos insistiendo en la importancia de otorgar un financiamiento equitativo, permanente y abierto de Medicaid para garantizar la salud y el bienestar de los residentes de Puerto Rico.

Además de la inclusión de Puerto Rico en programas críticos de salud y económicos disponibles para los residentes en EE.UU. (territorios excluidos) hay muchas otras investigaciones y buenas políticas públicas en las que profundizaremos y defenderemos.