Living with Risk Daily Briefing – 30 de marzo

Publicado el 30 de marzo de 2020 / Read in English

Centro para una Nueva Economía

Editado por
Sergio M. Marxuach

COMPARTA

Cuatro cosas que debes saber hoy

1) ¿Finalmente el Departamento de Salud empieza a hacer lo que se supone?

El consenso entre los expertos en salud pública en este momento es que las jurisdicciones en los Estados Unidos deben implementar políticas estrictas de refugio en el lugar (shelter in place), aumentar las pruebas para detectar el coronavirus y rastrear los contactos de las personas infectadas. En Puerto Rico hemos seguido bastante bien la primera recomendación, pero nos hemos retrasado mucho con respecto a las otras dos. Esto es importante porque los epidemiólogos generan sus modelos estimando la “tasa de reproducción básica” del virus, a la que se refieren como R0. Según este reciente editorial en el New England Journal of Medicine, los científicos estiman que el R0 para el nuevo coronavirus es de alrededor de 2.2. Esto significa que cada persona infectada transmite el virus a un poco más de otras dos personas, en ausencia de cualquier intervención de salud pública.

Ahora bien, si las autoridades de salud pública saben lo que están haciendo y las personas cooperan, entonces la tasa de reproducción efectiva, llamémosla R, eventualmente debería ser inferior a R0. Cuanto más baja, más plana es la curva. Finalmente, si R se reduce a menos de 1.0, la curva comienza a descender. Esto no significa que el virus haya desaparecido por completo, pero otras infecciones deberían ser esporádicas. Es por esto que es tan importante el anuncio del Departamento de Salud de que aumentará los esfuerzos para llevar a cabo más pruebas y que finalmente comenzará a rastrear sistemáticamente los contactos de las personas que ya han tenido un diagnóstico positivo. Luego pueden utilizar esta información para determinar si R es mayor, menor o igual a R0 en Puerto Rico, y hacer ajustes de política pública de acuerdo a los resultados. Recuerde: el objetivo es llegar a R <1.

2) Nos enfrentaremos a decisiones difíciles

En un reciente artículo de opinión publicado en el New York Times, el Dr. Ezequiel Emanuel, vicedirector de Iniciativas Globales y profesor de University of Pennsylvania, argumenta que Estados Unidos debería poder abrir completamente su economía en junio si implementa un esfuerzo a gran escala para:

  1. mantener las políticas de refugio en el lugar durante otras ocho a diez semanas;
  2. movilizar recursos de salud pública para llevar a cabo pruebas y rastrear contactos en una escala masiva; y
  3. crear un proceso nacional de certificación COVID-19 para certificar a quienes han tenido la enfermedad y son inmunes.

Otros expertos, sin embargo, no están tan seguros. En este artículo para The Atlantic, Ed Yong advierte que “este pensamiento es seductor, pero defectuoso. Sobreestima nuestra capacidad de evaluar el riesgo de una persona y de alguna manera proteger a las personas de “alto riesgo” del resto de la sociedad. Subestima cuán gravemente el virus puede afectar a los grupos de “bajo riesgo” y cuán seriamente se verán abrumados los hospitales si incluso los grupos demográficos más jóvenes se enferman “. Este es un debate complicado, irremediablemente inadecuado para la era de Twitter e Instagram. Tenga cuidado con las personas que venden soluciones fáciles a lo que son, en palabras de Guido Calabresi, ex decano de la Facultad de Derecho de Yale, “decisiones trágicas” (“tragic choices”).

3) Vivir bajo riesgo: La vulnerabilidad diferencial y la política pública

Uno de los principios fundamentales de vivir bajo riesgo es que, si bien todos podemos enfrentar un riesgo o un conjunto de riesgos al mismo tiempo, la forma particular en que el riesgo afecta a diferentes grupos socioeconómicos depende de la vulnerabilidad relativa de cada grupo. Y la vulnerabilidad es una función del ingreso, el estatus social y la educación —de privilegio social, en esencia— entre otros factores. Para ser claros, el gobierno está haciendo lo correcto al extender la política de refugio en el lugar en Puerto Rico. Pero no puede ignorar cómo los costos sociales y económicos de esas políticas públicas se distribuyen de manera desigual entre los diferentes grupos sociales.

El New York Times informó recientemente sobre cómo la desigualdad económica afecta las capacidades de diferentes grupos socioeconómicos para mitigar los riesgos asociados con la pandemia. Específicamente, como se informó en El País, las familias de bajos ingresos tienen menos recursos para lidiar con el cierre de escuelas y controlar los niveles de estrés. Por otro lado, esto no significa que podamos ignorar a los trabajadores de cuello blanco, como se explica aquí en el Washington Post. Pero es una advertencia para los encargados de desarrollar política pública: es necesario tomar en cuenta los distintos niveles de vulnerabilidad al diseñar políticas públicas para aminorar los efectos de esta pandemia.

4) Lecciones de Italia

Mientras observamos la pandemia de COVID-19 desplazarse alrededor del mundo, nos corresponde a todos analizar las experiencias de otros países y aprender de sus éxitos y fracasos. Los autores de este artículo publicado en el Harvard Business Review destacan las siguientes lecciones de Italia:

  1. los políticos a cargo deben estar conscientes de sus prejuicios cognitivos;
  2. los gobiernos deben evitar soluciones parciales;
  3. aprender rápidamente de los éxitos y fracasos es fundamental;
  4. recopilar y difundir datos precisos es extremadamente importante; y
  5. no pueden tener miedo a cambiar los procesos de toma de decisiones según sea necesario.

En Puerto Rico ya hemos visto a algunos de nuestros funcionarios cometer algunos de estos errores. Por ejemplo, asumir que Puerto Rico no se vería afectado porque “no hay vuelos directos de China”, constituyó un error de juicio del exsecretario de Salud al no estar consciente de sus propios sesgos cognitivos. Sin embargo, todavía estamos a tiempo para aprender algunas de las lecciones de Italia y evitar cometer los mismos errores aquí.

Cita del día

The truth is rarely pure, and never simple.

—Oscar Wilde

Nota del editor

Recientemente se ha hablado mucho sobre si debemos elegir entre nuestra salud o “salvar” la economía. En nuestra opinión, esta es una dicotomía falsa. El gobierno está haciendo lo correcto al presionarnos para que nos refugiemos en el lugar. Realmente no tenemos ninguna otra opción viable de salud pública en este momento.

Por otro lado, los costos sociales y económicos de esta política de salud pública son altos. Pero aquí es donde los gobiernos federales y estatales (territoriales en el caso de Puerto Rico) pueden ayudar. Mientras la gente está en casa, el gobierno puede brindar asistencia a individuos, familias, pequeñas empresas y multinacionales por igual. Parte de ese alivio ya está en camino: asistencia en efectivo a las familias, préstamos con intereses bajos para las compañías, legislación para establecer una moratoria en el pago de ciertas deudas; un aumento de los pagos del seguro de desempleo, etc. Pero se requerirá mucho más, hasta que pase el peligro inmediato.

Así que, por favor, no se crea el discurso simplista que contrapone el bienestar de la abuela contra el sueldo de su nieta. Es una tontería, repetida irresponsablemente por personas con acceso a los medios. Ya tenemos suficientes problemas reales de los que preocuparnos.

Hasta aquí el compendio de hoy.
¡Manténganse seguros y bien informados!