Living with Risk Daily Briefing – 20 de mayo

Publicado el 20 de mayo de 2020 / Read in English

Centro para una Nueva Economía

Editado por
Sergio M. Marxuach

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Cinco cosas que debes saber hoy

1) Las facturas de la AEE aumentan durante el toque de queda ocasionado por el COVID-19

Análisis por Malu Blázquez, directora ejecutiva, ReImagina Puerto Rico

Los clientes residenciales en Puerto Rico probablemente experimentaron un aumento en su factura de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de abril de 2020 en comparación con la factura del mes anterior. Muchos se preguntan cómo es posible cuando los precios del barril de petróleo habían disminuido un 100% durante marzo de 2020. La explicación es que la tarifa para la factura de la AEE de abril de 2020 fue de $0.2162/kWh, la cual aún no refleja la disminución en los precios del petróleo.

Sin embargo, se esperan tarifas más bajas en la factura de junio de 2020. Esto se debe a que, el 22 de abril de 2020, el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) ordenó que la AEE presente una conciliación mensual de los costos estimados y reales para el combustible y la energía comprada (en lugar de presentarla al final del trimestre de facturación en mayo). Si la diferencia entre los costos estimados y los reales es mayor de $20 millones, entonces la AEE tiene que ajustar sus tarifas según lo exigen las reglamentaciones del NEPR. El 15 de mayo de 2020, la AEE presentó al NEPR una Moción para presentar conciliaciones para marzo y abril de 2020, demostrando que el monto de la conciliación en efecto excedió los $20 millones y recalculó la tarifa por kWh para los ciclos de facturación restantes del trimestre. La AEE propone una reducción de la tarifa de aproximadamente $0.04 por kWh para la revisión y determinación final del NEPR, que se aplicará a la factura de junio de 2020.

Si bien la mayoría de los clientes comerciales probablemente recibieron una factura reducida de la AEE debido a los cierres o la disminución de las operaciones debido a la pandemia, los clientes residenciales probablemente experimentarán un aumento porque la mayoría de las familias han estado refugiadas en sus hogares durante los últimos meses, lo que ha llevado a un uso mayor de aires acondicionados y otros equipos electrónicos. Por ejemplo, mi factura de abril de 2020 reflejó un aumento del 61.9% en el consumo y un aumento del 112.7% en el costo total. Incluso si mi factura de abril se hubiera calculado utilizando una tarifa reducida de $0.18/kWh, todavía habría sido más alta que la factura de marzo debido al aumento en el consumo. Entonces, aunque esperamos que nuestras facturas de electricidad disminuyan debido a los precios más bajos del petróleo, probablemente no veremos facturas más bajas de la AEE en el futuro cercano, ya que las medidas de refugio en el lugar no se han levantado por completo y ahora estamos entrando en los meses de verano cuando los consumidores suelen aumentar su consumo.

2) El fracaso de un gobierno hueco

Durante décadas hemos estado escuchando cómo el gobierno necesita ser más “eficiente”. El resultado ha sido una inversión insuficiente en la capacidad del estado para prestar servicios importantes cuando es necesario, por ejemplo, cuando se produce una pandemia. Según un análisis de Mariana Mazzucato y Giulio Quaggiotto publicado en Project Syndicate, “durante el último medio siglo, el mensaje político predominante en muchos países ha sido que los gobiernos no pueden, y por lo tanto no deben, gobernar. Los políticos, los líderes empresariales y los expertos han confiado durante mucho tiempo en un credo administrativo que se centra obsesivamente en medidas estáticas de eficiencia para justificar los recortes de gastos, la privatización y la subcontratación”.

Esta tendencia de décadas ha dejado a Estados Unidos y al Reino Unido, por ejemplo, luchando por responder a la pandemia de COVID-19, ya que “la subcontratación no ha demostrado ser una forma confiable de garantizar el acceso de emergencia al equipo médico”. Mientras que países más pequeños y a menudo más pobres, como Vietnam, Pakistán y Nueva Zelanda han sido más capaces de responder a los desafíos de la pandemia.

En Pakistán, por ejemplo, “los ciudadanos pudieron solicitar transferencias de efectivo de emergencia (puestas a disposición de unos impresionantes 12 millones de hogares) directamente desde sus teléfonos móviles”, mientras que en Puerto Rico el Departamento del Trabajo no ha podido procesar 80,000 solicitudes especiales de beneficios de desempleo. Para ponerlo en contexto, el PIB per cápita en Pakistán es de aproximadamente $1,400, mientras que en Puerto Rico es de alrededor de $32,000.

En el análisis final, según los autores, “no es coincidencia que a los países con gobiernos con una misión de servir les haya ido mejor en la crisis de COVID-19 que a los países comprometidos con el culto a la eficiencia. Resulta que la gobernanza efectiva no se puede conjurar a voluntad, porque requiere una inversión en la capacidad del estado”.

3) La administración Trump escoge una empresa de Virginia para fabricar medicamentos genéricos necesarios para tratar el COVID-19

La Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, una división del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, ha otorgado un contrato de cuatro años y $354 millones a Phlow Corp., con sede en Virginia, para fabricar ingredientes farmacéuticos y medicamentos genéricos utilizados para el tratamiento de pacientes con COVID-19. Según el New York Times, el contrato “mezcla las promesas económicas del presidente Trump “América primero” con la preocupación de que los tratamientos para el coronavirus se fabriquen en los Estados Unidos”.

Peter Navarro, asesor comercial del presidente, dijo que el proyecto “no solo ayudará a llevar nuestros medicamentos esenciales a los hogares, sino que lo hará de una manera que sea rentable en comparación con los talleres de explotación laboral y los paraísos contaminantes del mundo”.

No está claro por qué el contrato fue otorgado a una compañía nueva, dado que la fabricación por contrato de productos farmacéuticos es una industria establecida en los Estados Unidos. El New York Times especula que el mercadeo explícitamente nacionalista de Phlow puede haberle dado una ventaja con la administración Trump. El sitio web de la compañía advierte ominosamente que Estados Unidos “se está volviendo peligrosamente dependiente de proveedores extranjeros para nuestros medicamentos genéricos más esenciales”.

Como es quizás ahora típico de la administración Trump, hay una gran sombra sobre esta transacción. Sin embargo, solo podemos desearle éxito, ya que fabricará “medicamentos que se usan para la sedación para ayudar a los pacientes que requieren asistencia respiratoria, control del dolor y ciertos antibióticos esenciales”.

4) ¿10 billones serían suficiente?

A medida que el Congreso y la administración Trump continúan en desacuerdo sobre la cantidad requerida del próximo estímulo fiscal, Derek Thompson de The Atlantic presenta un argumento para que sea realmente grande: Estados Unidos debería gastar $10 billones (trillion) en los próximos tres o cuatro años para evitar una depresión. Thompson cree que no deberíamos ver esto como una “propuesta audaz” o un “gran número”, sino más bien “como la dosis adecuada para una aflicción económica de una vez en un siglo”.

Por supuesto, el monto del paquete de gastos no es el único problema. Cómo se distribuye el dinero entre los trabajadores y los patronos y cómo se divide entre la infraestructura tradicional y el tipo de proyectos “Green New Deal“, por ejemplo, es igual de importante.

Para ser justos, Thompson tiene algunas ideas sobre cómo gastar el dinero. Pero el mayor obstáculo es la cantidad del gasto. Él mismo admite que $10 billones (trillion) “es impresionante, pero también lo es la crisis. La economía de los Estados Unidos es de $22 billones (trillion), o al menos lo era antes de la crisis. Si el gobierno federal gasta $10 billones (trillion) durante los próximos cuatro años, por ejemplo, eso significaría una inyección fiscal de aproximadamente el 10 por ciento de la actividad económica total durante ese periodo. En una economía en la que uno de cada cinco estadounidenses no tiene trabajo y varias industrias no tienen un camino claro hacia la normalidad, no es ridículo pensar que la medicina fiscal adecuada para una crisis sin precedentes represente una décima parte del PIB durante varios años”.

Estamos de acuerdo. Las medidas y acuerdos a medias no nos sacarán de esta crisis económica. Especialmente si hay una segunda ola de brotes durante el otoño.

5) La Universidad de Notre Dame revela su plan para el semestre de otoño

Con tanta incertidumbre generada por la pandemia de COVID-19, muchas universidades están luchando con la decisión de dar clases en el campus durante el próximo semestre de otoño. El sistema de la Universidad del Estado de California, por ejemplo, anunció recientemente que no abrirá como de costumbre en otoño, y la mayoría de las clases se realizarán en línea. La Universidad de Notre Dame, por otro lado, ha presentado un plan para dar clases en el campus este otoño.

Según el New York Times, las clases comenzarán el 10 de agosto, no habrá vacaciones de otoño y los estudiantes deben volver a casa para el día de Acción de Gracias, si todo sale según lo planificado. Entre los desafíos para Notre Dame, “está realizar suficientes pruebas a estudiantes y personal para detectar infecciones y aislar y poner en cuarentena si es necesario”. Además, todo depende de que se evite un segundo brote importante de COVID-19 en el otoño.

Hasta donde sabemos, los planes de la Universidad de Puerto Rico para otoño aún no se han anunciado. Les deseamos lo mejor a todos los administradores y profesores universitarios, ya que tendrán que tomar algunas decisiones difíciles durante las próximas semanas.

Cita del día

In our time, political speech and writing are largely the defense of the indefensible.

—George Orwell

Nota del editor

El fracaso de los Departamentos de Salud y Trabajo de Puerto Rico en la ejecución de sus respectivas misiones refleja décadas de corrupción, contratación partidista, políticas de austeridad desacertadas y prácticas de subcontratación mal pensadas. Estas agencias tienen cientos de empleados y presupuestos de varios millones de dólares. Sin embargo, son entidades huecas. No tienen la capacidad de análisis, planificación y ejecución que se necesita para abordar los desafíos de la pandemia de COVID-19.

Cuando el brote global de COVID-19 llegó a Puerto Rico, el Departamento de Salud no estaba preparado para implementar un plan para realizar pruebas, aislar y tratar casos positivos, ejecutar el rastreo de contactos y poner en cuarentena a quienes han estado expuestos. Es por eso que el gobierno tuvo que implementar una política estricta de toque de queda, porque no tenía otras opciones. Presumiblemente, no es tan loco como parece y la idea era aumentar la capacidad del estado para responder a la pandemia durante el toque de queda. Sin embargo, después de nueve semanas de políticas de refugio en el lugar, Salud aún no puede producir de manera confiable ni siquiera los datos más básicos sobre COVID-19 en Puerto Rico, y mucho menos implementar una respuesta del siglo XXI a la pandemia. Ha perdido nueve semanas a un gran costo económico.

Lo que nos lleva al Departamento de Trabajo, que no ha podido procesar 80,000 solicitudes de beneficios especiales de desempleo o implementar otros programas de asistencia pagados por el gobierno federal. El Departamento de Trabajo es emblemático del fracaso del estado en Puerto Rico. Las personas sufren innecesariamente debido a la incapacidad del gobierno para brindar asistencia a los enfermos, los débiles, los pobres y los desempleados en el momento en que más lo necesitan.

En resumen, décadas de mala gestión y la erosión concurrente de la capacidad del Estado no pueden superarse simplemente en meses. Invertir y reconstruir la capacidad del estado debe ser el objetivo estratégico principal de cualquier nueva administración en Puerto Rico. Es decir, si aún nos queda algún gobierno después de las próximas elecciones de noviembre.

Hasta aquí el compendio de hoy.
¡Manténganse seguros y bien informados!