Las necesidades insatisfechas de Puerto Rico

Las necesidades insatisfechas de Puerto Rico

Publicado el 11 de febrero de 2021 / Read in English

Directora, Oficina de Washington D.C.
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Han pasado tres años y 145 días desde que el huracán María azotó la isla. En otras palabras, Puerto Rico ha entrado en su cuarto año de reconstrucción. La cantidad de tiempo que ha pasado podría sugerir que la recuperación está completamente en marcha. Sin embargo, la realidad es muy diferente.

Para resaltar solo un ejemplo, de las 89,942 viviendas con daños graves, se ha iniciado la construcción de un total de solo 1,164 viviendas bajo el programa R3 del gobierno. Aunque no podemos descartar el efecto que los terremotos y la pandemia han tenido en los esfuerzos de reconstrucción, hay muchas otras razones para la lentitud del progreso, incluyendo un proceso de coordinación fragmentado entre autoridades locales y federales y la insistencia de parte de la Junta de Supervisión Fiscal de imponer fuertes medidas de austeridad que debilitan la capacidad de la isla para responder en los momentos de más necesidad.

A pesar de los miles de millones de dólares que el Congreso ha asignado, las necesidades de la isla prevalecen. No hay duda de que la lentitud en el desembolso de los fondos ha obstaculizado los esfuerzos de reconstrucción de Puerto Rico. Aunque parte del retraso podría atribuirse a los reparos del gobierno federal sobre cómo Puerto Rico administró sus finanzas en el pasado, esa retórica se ha desviado injustamente más allá de la crisis fiscal y se ha transformado en una narrativa más tóxica de que Puerto Rico es incapaz de dirigir su propio gobierno. Aprovechando esa narrativa, la Administración Trump nombró múltiples monitores en agencias federales con responsabilidades ambiguas, lo que resultó en un proceso altamente burocrático e ineficiente que ha impedido que la ayuda llegue.

A la luz de la aprobación del financiamiento más reciente del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés), aprovechamos esta oportunidad para explicar el proceso de financiamiento detrás del programa de Subvenciones en Bloque para el Desarrollo Comunitario para Alivio de Desastres (CDBG-DR, por sus siglas en inglés) de HUD.

El largo camino para liberar fondos

El Congreso ha asignado fondos para el programa CDBG-DR de HUD en Puerto Rico a través de diferentes vehículos legislativos. Éstos incluyen:

  • La Ley de Asignaciones Continuas de 2018 y la Ley de Asignaciones Suplementarias para Requisitos de Ayuda en caso de Desastre de 2017 (P.L.115-56) asignó $7,400 millones
  • La Ley de Presupuesto Bipartidista del año fiscal 2018 (P.L.115-123) asignó $28,000 millones
  • La Ley de Apropiaciones Suplementarias Adicionales para Alivio de Desastres de 2019 (P.L. 116-20) asignó $2,400 millones

El proceso es normalmente el siguiente: el Congreso asigna fondos federales para apoyar y ayudar a las comunidades a recuperarse de los desastres naturales. La agencia federal pertinente, en este caso, HUD, emite un aviso con orientación sobre la elegibilidad y el uso de los fondos. El beneficiario luego responde con un plan de acción para ser aprobado por HUD. Una vez que HUD y el beneficiario llegan a un acuerdo final, el total de los fondos obligados se desembolsa al destinatario.

En Puerto Rico, poco después de los huracanes, el ex gobernador Ricardo Rosselló estableció la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3) para supervisar los esfuerzos de recuperación de desastres e implementar el Plan de Recuperación Económica y de Desastres de Puerto Rico. También designó al Departamento de Vivienda de Puerto Rico como el principal destinatario de los fondos CDBG-DR de HUD, esencialmente delegando a la agencia local la autoridad para administrar los fondos CDBG-DR, así como para cumplir con los requisitos de financiamiento.

Los avisos de HUD llegaron en el siguiente orden:

  • El 9 de febrero de 2018, la Oficina del Subsecretario de Planificación y Desarrollo Comunitario de HUD publicó un aviso en el Registro Federal que adjudicó $1,500 millones para Puerto Rico para abordar las necesidades insatisfechas y el impacto relacionado con el desastre en la infraestructura, la vivienda o revitalización económica en las zonas más impactadas y afectadas.
  • El 14 de agosto de 2018, HUD adjudicó $8,200 millones para abordar necesidades insatisfechas.
  • El 27 de enero de 2020, HUD adjudicó $8,300 millones para actividades de mitigación en Puerto Rico.
  • El 27 de enero de 2020, HUD adjudicó $278 millones adicionales para las necesidades de infraestructura insatisfechas.

Después de una demora inusual en la aprobación y el desembolso de los fondos, en 2019, el entonces secretario de HUD, Ben Carson, indicó públicamente que Puerto Rico “tiene un historial de malversación fiscal” y, en respuesta, la agencia está “implementando controles financieros adicionales para garantizar que el dinero de recuperación se utilice correctamente”. Los controles financieros incluyeron “un monitoreo adicional de los gastos y otras medidas diseñadas para asegurar el uso legal y prudente de los fondos por parte de Puerto Rico”. De acuerdo con ese anuncio, HUD nombró a un supervisor financiero federal, Robert M. Couch, para supervisar la administración de la subvención y el proceso de desembolso de los fondos de recuperación por desastre. Por separado, la Casa Blanca nombró al almirante de la Guardia Costera Peter J. Brown para que sirviera como enlace entre el Ejecutivo y Puerto Rico.

La administración Trump usó la idea de supervisión como excusa para castigarnos y puso obstáculos que ninguna otra jurisdicción tenía que cumplir. Puede que sea demasiado pronto para saber qué cambios de procedimiento ocurrirán bajo la nueva administración de Biden, pero el comunicado de prensa más reciente de HUD sugiere que se hará un esfuerzo para eliminar las onerosas condiciones de financiamiento que se impusieron de manera única en la isla.

En diciembre de 2020, Vivienda presentó su quinta enmienda al Plan de Acción de Recuperación de Desastres de Puerto Rico para acelerar la liberación de los $8,200 millones en fondos de mitigación. En respuesta, HUD aprobó una parte de los fondos y recomendó a Vivienda que revisara otras secciones del plan para cumplir con los requisitos de notificación. Una vez que HUD complete su revisión final, el Departamento emitirá un acuerdo de subvención antes de liberar fondos. A continuación, se muestra una lista actualizada del total de fondos CDBG-DR que se han asignado, adjudicado, aprobado y liberado para Puerto Rico.

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Un futuro de posibilidades

Sin lugar a dudas, la reconstrucción de comunidades conlleva una serie de desafíos. Pero hasta este momento, los residentes de Puerto Rico se enfrentan a explicaciones confusas de lo que de otra manera ya es un proceso burocrático complicado, enmarcado simplemente desde la perspectiva del apoyo federal, sin una aclaración de cómo el financiamiento se vincula con la recuperación colectiva de Puerto Rico.

Si bien muchos se han centrado únicamente en el valor en dólares de lo que Puerto Rico ha recibido hasta ahora, debemos tener cuidado de no combinar los fondos para la reconstrucción con el crecimiento económico a largo plazo. Sin duda, el financiamiento de la reconstrucción será fundamental en los próximos años, pero este dinero no soluciona adecuadamente los problemas estructurales que, a menos que se corrijan, seguirán obstaculizando el éxito socioeconómico.

En este momento, es necesario garantizar que Puerto Rico tenga la capacidad de recibir y administrar los fondos de reconstrucción para que la atención se centre menos en el monto total de ayudas y más en dónde se invierte este dinero.

Al mirar hacia el futuro, debemos concentrarnos en establecer los procesos y prácticas correctos que garanticen un proceso de reconstrucción eficaz. Una recuperación exitosa seguirá siendo difícil de alcanzar a menos que exista un compromiso colectivo de abrazar una economía autosostenible que pueda sobrevivir cuando culminen las intervenciones de ayuda por desastre.