Año viejo
No creo mucho en las resoluciones de año nuevo, pues en mi experiencia, ya como para febrero, sino antes, se van esfumando. Sin embargo, creo que no hay nada más terrible que desperdiciar una crisis y por lo tanto, vale la pena proponernos como pueblo tres resoluciones a las cuales entregarles verdadero esfuerzo y dedicación en el 2008.