CNE Review – septiembre 2022

Publicado el 14 de septiembre de 2022 / Read in English

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CNE Review
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EDICIÓN ESPECIAL

Otra mirada al acuerdo entre la AEE y LUMA

Durante más de 20 años, CNE ha enfatizado que la transformación del sector energético de Puerto Rico es uno de los procesos más importantes para el futuro de nuestro pueblo y nuestra economía. Este trabajo requiere tiempo, compromiso y, a veces, la valentía para decir lo que nadie quiere oír.

En agosto de 2020, CNE publicó un extenso análisis del acuerdo de operación y mantenimiento entre LUMA y la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico. Afirmamos en ese momento que el complejo contrato tenía deficiencias y debía ser revisado. Presentamos las 14 áreas clave en las que encontramos riesgos y ofrecimos recomendaciones para atenderlas.

Lamentablemente, el tiempo nos ha vuelto a dar la razón. Nos encontramos en otra coyuntura frustrante y desafiante.

En esta edición del CNE Review, presentamos varias piezas para nuestros lectores: un resumen del informe de Política Pública, el informe y una página web. Haz clic en los enlaces incluidos abajo para acceder a ellas.

Una vez más, ofrecemos nuestra pericia – en primer lugar, para aclarar los malentendidos y tratar de explicar una transacción compleja y también, para brindar una ruta hacia adelante en beneficio de Puerto Rico.

La única opción es trabajar juntos.

Análisis de CNE

Otra mirada al Acuerdo entre la AEE y LUMA

Nuestro objetivo con este nuevo análisis es ofrecer una evaluación resumida de la situación actual, analizar algunas de las opciones disponibles para el gobierno de Puerto Rico y esperamos aclarar parte de la confusión que rodea el funcionamiento de esta alianza de asociación público-privada.

Más allá de la AEE y LUMA

Esta página web pretende situar el acuerdo de la AEE y LUMA en el contexto más amplio de la transformación del sector energético de Puerto Rico. Hay muchos otros procesos en curso simultáneamente, y CNE los ha seguido y analizado.

Otra mirada al acuerdo entre la AEE y LUMA

Por Sergio M. Marxuach, director de Política Pública

¿Dónde estamos hoy?

Para entender dónde estamos hoy, debemos conocer la serie de acontecimientos que nos han traído hasta aquí y la cronología que se desencadenó con la ejecución de dos acuerdos entre la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (la “AEE”) y LUMA. Estos son el acuerdo para la Operación y Mantenimiento (“Acuerdo de O&M”) y el Acuerdo Suplementario. Esto quiere decir que:

  • En primer lugar, LUMA ha estado operando el sistema de transmisión y distribución de Puerto Rico (el “Sistema de T&D”) durante aproximadamente 15 meses, de acuerdo con los términos y condiciones del Acuerdo de O&M según modificado por el Acuerdo Suplementario.
  • Segundo, el Acuerdo Suplementario establece un período interino de operación, que termina el 30 de noviembre, a menos que el gobierno de Puerto Rico solicite su extensión.
  • En tercer lugar, el reloj no ha comenzado a correr en el plazo de 15 años del Acuerdo de O&M, ya que la Sección 2.4 del Acuerdo Suplementario establece claramente que “el Período Interino no reducirá ni se aplicará de ninguna manera contra el Plazo Inicial”. Por lo tanto, suponiendo que la salida del Título III se produce en o antes del 31 de diciembre de 2022, el primer año completo del plazo de 15 años del Acuerdo de O&M sería el 2023.
  • Cuarto, la Tarifa de Servicio fija a pagar a LUMA bajo el Acuerdo Suplementario es significativamente mayor que la tarifa fija que recibiría en virtud del Acuerdo de O&M. Según la Sección 3.3, la “Tarifa de Servicio del Período Interino” será de $115,000,000 en dólares de 2020, ajustados por inflación de acuerdo con el Anejo VIII del Acuerdo de O&M, en contraste con la Tarifa de Servicio pagadera según el Acuerdo de O&M que es de $70,000,000 en dólares de 2020, ajustados por inflación de la misma manera, durante el primer año del contrato. Haz clic aquí para más información sobre la cronología y sus implicaciones.

Tras 15 meses de operación, está claro que el desempeño de LUMA no está a la altura de las expectativas. Tanto el Negociado de Energía de Puerto Rico como la Autoridad P3 han criticado varios aspectos del funcionamiento de LUMA. Hasta ahora LUMA: ha sobrepasado sus presupuestos; no ha cumplido con las métricas clave de rendimiento en cuanto a la duración y la frecuencia de los apagones; está atrasada en el cumplimiento de ciertos objetivos de mantenimiento (por ejemplo, el control del crecimiento de la vegetación alrededor de las líneas importantes); y ha mostrado poca evidencia de que esté logrando los ahorros que alegó que generaría con una administración más eficiente del Sistema de T&D. Por lo tanto, corresponde al gobierno de Puerto Rico defender los intereses del pueblo puertorriqueño.

Dada la situación actual y el malestar que continúa aumentando con la actuación de LUMA…

…¿cuáles son algunos de los escenarios más probables y sus consecuencias?

1. Agotar el tiempo

El gobierno de Puerto Rico podría simplemente esperar hasta el 30 de noviembre de 2022, y ambos acuerdos vencerían. Esto tendría al menos dos consecuencias:

  • La AEE tendría que pagar a LUMA una tarifa de vencimiento de $115,000,000 en dólares de 2020, ajustados por inflación.
  • Comenzaría un período de transición, durante el cual LUMA liquidaría sus operaciones y las transferiría a un operador sustituto. La AEE sería responsable de pagar una tarifa de transición para cubrir el costo de las operaciones de LUMA durante este período.

El problema con este escenario es que parece que no hay candidatos para ser el operador sustituto en caso del vencimiento. Es decir, parece que no hay un Plan B. Haz clic aquí para leer detalles sobre el Escenario 1.

2. Tomar el camino largo

El gobierno de Puerto Rico podría intentar rescindir el Contrato de O&M alegando, mediante una notificación escrita, que existe al menos un Evento de Incumplimiento debido a que LUMA no ha cumplido con una obligación material en virtud del Contrato de O&M. Una notificación de este tipo desencadenará un largo y sinuoso proceso de resolución de conflictos para rescindir el Acuerdo de O&M.

Pero aunque se cancele el Acuerdo de O&M, el mismo problema persiste, ¿quién se haría cargo de la operación y el mantenimiento del Sistema de T&D de Puerto Rico?

3. Jugar rudo

En este caso, el objetivo no sería cancelar el Acuerdo de O&M, sino aumentar la presión sobre LUMA para que mejore su desempeño.

El gobierno de Puerto Rico podría hacer esto de varias maneras, pero la más efectiva probablemente sería reteniendo una parte de la Tarifa de Servicio del Período Interino pagadera a LUMA.

En ese caso, LUMA probablemente argumentaría que dicha retención constituye un Evento de Incumplimiento bajo el Acuerdo de O&M. El gobierno de Puerto Rico podría comenzar el largo y complejo proceso de resolución de disputas descrito en el Escenario 2.

La idea es que el tedioso proceso de negociación y mediación obligue a las partes a sentarse a la mesa y llegar a un acuerdo sobre las acciones que deberá llevar a cabo LUMA para mejorar su rendimiento. Haz clic aquí para ver los detalles del escenario 3.

Las consecuencias de no tener un Plan B

Como hemos mencionado anteriormente, los Escenarios 1 y 2 tienen el mismo defecto: no hay un candidato obvio para asumir la operación del Sistema de T&D en caso de una cancelación.

Devolver la operación del Sistema de T&D a la AEE, una corporación criminalmente corrupta y extremadamente ineficiente, sería un retroceso, en vez de progreso hacia el cumplimiento de los objetivos energéticos de Puerto Rico.

La alternativa, buscar un nuevo operador bajo la ley sería un proceso engorroso que podría durar hasta dos años y parece muy poco probable que exista mucho interés en ocupar el lugar de LUMA.

Además, hay que tener en cuenta el impacto que la cancelación pudiera tener en el desembolso de los fondos de FEMA y CDBG-DR asignados para la reconstrucción de la red.

Al final, es igual de irresponsable conceder a LUMA un cheque en blanco como lo es cancelar el Acuerdo de O&M sin identificar un operador sustituto viable. Por lo tanto, el escenario más práctico es el 3 o una variación del mismo. Haz clic aquí para detalles.

¿Cuándo puedo esperar que se reduzca mi factura de electricidad significativamente?

Muchos factores afectan el costo por kWh en Puerto Rico, algunos de los cuales están bajo nuestro control y otros no. Sin embargo, lo más importante en términos de reducción del costo de la electricidad en Puerto Rico es la transición a fuentes de generación renovables a gran escala.

Según la información financiera no auditada disponible en el sitio web de la AEE, durante el período entre julio de 2021 y mayo de 2022, la AEE gastó $1,850 millones en combustible y $758 millones en energía comprada, lo que equivale al 73% de los gastos totales de $3,568 millones incurridos durante ese período. Esto significa que tu factura mensual no disminuirá significativamente a corto plazo a menos que (1) el precio mundial del petróleo y el gas natural se desplome repentinamente; o (2) Puerto Rico aumente significativamente su capacidad a gran escala de generar electricidad con fuentes renovables. Es por esta razón que enfatizamos la necesidad de poner en marcha proyectos de energía renovable a gran escala.

Conclusión

Como hemos visto, es posible cancelar el acuerdo con LUMA, pero habrá consecuencias negativas, sobre todo si no hay un plan B. Bajo las circunstancias actuales, no aconsejamos esa forma de actuar. Eso no significa, sin embargo, que no haya nada que el gobierno pueda hacer. El Escenario 3 descrito anteriormente es una alternativa posible. Como mínimo, sin embargo, recomendamos que la Autoridad P3 contrate a una firma prestigiosa e independiente de ingenieros sin conexiones comerciales o políticas con Puerto Rico, para supervisar de manera tenaz e inquebrantable el desempeño de LUMA en relación a sus obligaciones bajo el Acuerdo.

Por último, advertimos a nuestros lectores que no crean a aquellos que ya están vendiendo soluciones fáciles y ofreciendo falsas esperanzas con la expectativa de obtener beneficios financieros o políticos, o ambos. No hay soluciones fáciles para los problemas energéticos de Puerto Rico. Se necesitarán varios años de trabajo duro y consistente para reconstruir el sistema y reducir las tarifas energéticas. No hay atajos, ni respuestas fáciles, ni salidas directas. La única opción es trabajar hasta lograrlo. De lo contrario, nos enfrentamos al desagradable prospecto de más años de declive económico y estancamiento social que eso conlleva.