CNE Review – marzo 2025

Publicado el 27 de marzo de 2025 / Read in English

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CNE Review
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En esta edición

Cuando se elige un nuevo presidente en Estados Unidos, su equipo de transición rápidamente se reúne para proponer e implementar políticas que definirán el rumbo de su administración. Desde la época de Franklin D. Roosevelt, el desempeño durante los primeros 100 días se ha utilizado como referencia para evaluar la eficiencia de una nueva administración presidencial.

Aunque aún no hemos alcanzado los primeros 100 días del segundo término del presidente Trump, no es una exageración señalar que su administración ya ha ocasionado un impacto significativo en menos tiempo del esperado. La historia de Puerto Rico muestra claramente que destruir o desmantelar instituciones es mucho más fácil y rápido que construirlas o reconstruirlas, una lección importante al comparar las propuestas de distintas administraciones presidenciales. Haz clic para leer sobre el enfoque de las administraciones federales anteriores hacia Puerto Rico.

En esta edición del CNE Review, examinamos el impacto de las políticas públicas de la nueva administración en la economía de Puerto Rico y Estados Unidos. En nuestra sección Otro punto de vista, como parte de una colaboración especial con el prestigioso think tank español, Real Instituto Elcano, invitamos a Carlota García Encina, investigadora principal, quien explora los efectos en cadena en toda Europa. Finalmente, cerramos con un Panorama de datos sobre los aranceles.

Análisis de CNE

Por Sergio M. Marxuach, director de Política Pública

El 20 de enero de 2025, Donald J. Trump juramentó como el presidente número 47 de Estados Unidos, y tanto él como sus políticas han sacudido rápidamente a Washington, DC. Hasta la fecha, el presidente Trump ha firmado más de 90 órdenes ejecutivas destinadas a implementar, sin acción del Congreso, una variedad de políticas públicas sin precedentes.

Haz clic para conocer más sobre lo que persiguen las órdenes ejecutivas del presidente Trump.

Impacto en Puerto Rico

Que sepamos hasta ahora, ninguna orden ejecutiva ha apuntado específicamente a programas o financiamiento dirigido exclusivamente a Puerto Rico. Sin embargo, el gobierno estatal y las administraciones municipales, así como ciertas organizaciones no gubernamentales en la isla, podrían verse afectados negativamente si tenían asignados fondos federales para iniciativas de DEI, proyectos de energía renovable o programas para mitigar el cambio climático, todos los cuales han sido puestos en la lista de programas federales que deben eliminarse de inmediato.

Además, los empleados federales que viven y trabajan en Puerto Rico han sufrido despidos, al igual que sus contrapartes en Estados Unidos. Estas reducciones en el empleo federal afectarían negativamente la economía de Puerto Rico y limitarían la disponibilidad de ciertos servicios federales en la isla, dependiendo de la magnitud de los recortes y las agencias afectadas.

Finalmente, muchas compañías privadas en Puerto Rico reciben pagos o fondos federales a cambio de bienes y servicios que venden a agencias gubernamentales locales en calidad de contratistas, suplidores o comerciantes. Por lo tanto, recortes significativos en los gastos federales en Puerto Rico tendrían un impacto negativo directo en estas compañías, así como un impacto indirecto, en la medida en que una reducción de la actividad económica general disminuye aún más la demanda de bienes y servicios de estas empresas.

Durante los próximos meses, existen tres áreas específicas que son motivo de especial preocupación:

  1. Esfuerzos en curso de reconstrucción
  2. Educación
  3. Medicaid

Haz clic para leer más sobre ellas.

Hasta ahora, Puerto Rico ha evitado las consecuencias más graves de las políticas públicas del presidente Trump gracias a decisiones temporeras de los tribunales federales que han paralizado la implementación de varias órdenes ejecutivas recientes. Sin embargo, mantener un perfil bajo y simplemente esperar lo mejor no es una estrategia eficaz. Sería prudente que el gobierno puertorriqueño empiece a diseñar estrategias para mitigar el posible daño económico y social que podría sufrir la isla durante los próximos tres años y diez meses.

Otro punto de vista

Una respuesta europea

por Carlota García Encina, investigadora principal en el Real Instituto Elcano

Donald Trump quiere un EEUU seguro y próspero. Estos son los intereses fundamentales de cualquier país, en esto el nuevo presidente estadounidense no se diferencia de ninguno anterior ni de ningún dirigente europeo actual. Lo que es diferente es la forma en que busca perseguir estos intereses. A Trump le importan poco los valores y su instinto político favorece el repliegue frente al compromiso exterior y el proteccionismo frente al libre comercio. En cuanto al método, prefiere las transacciones y los “tratos” a la elaboración de normas, del trabajo a través de organizaciones internacionales y de la diplomacia tradicional.

Con Trump en la Casa Blanca y su forma de interrumpir en el mundo, todo apunta a que EEUU se encuentra en lo que puede ser el replanteamiento fundamental de su política exterior desde 1945. La toma de posesión de su segunda administración puede tener el potencial de reajustar la forma en que las futuras generaciones de políticos, militares, líderes empresariales y ciudadanos estadounidenses interpreten las prioridades estratégicas del país, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Unas prioridades que apuntan a que China y el Indo Pacífico deben ser prioritarios en la estrategia de EEUU de cara al futuro – algo que no es nuevo y en el que existe un consenso en Washington – pero donde, por primera vez, los fundamentos del futuro de las relaciones de EEUU con Europa están a debate. Durante décadas EEUU invirtió en Europa recursos y reputación a una escala sin precedentes, basado en su interés nacional, su prosperidad y crecimiento económico, y Europa le está agradecida. La nueva administración sin embargo parece que está dispuesta a renunciar hoy a esta inversión y romper con sus aliados europeos.

Panorama de datos

Papas y cerveza: Cuando las guerras comerciales tocan nuestras puertas

por Enrique Figueroa Grillasca, asociado de Investigación

Se anticipa que los próximos cuatro años estarán marcados por la incertidumbre económica y cambios en las políticas comerciales. Un asunto clave es la creciente guerra comercial entre Estados Unidos, Canadá y México.

Haz clic para conocer las respuestas de los consumidores y productores a los aranceles.

Puerto Rico importa una cantidad significativa de productos desde Canadá y México, tanto productos finales para consumo—como $72 millones en papas canadienses o $26 millones de cervezas de México—como productos intermedios utilizados en la manufactura local, incluyendo $24 millones en compresores provenientes de México.

Cualquier aumento en los aranceles afectará los precios de los bienes, el empleo y la producción en la isla. Sin embargo, predecir el impacto preciso es difícil debido a que depende directamente de las respuestas tanto de consumidores como productores, las cuales a su vez dependen de las elasticidades de ingreso y precio, la disponibilidad de bienes sustitutos y estrategias cambiantes de producción.

De concretarse estos aranceles de forma permanente, representarían un cambio sustancial en la política económica de Estados Unidos con consecuencias globales. Sin embargo, los efectos finales dependerán en última instancia de las políticas adoptadas por todos los países involucrados y la capacidad de adaptación de los mercados en respuesta a estas nuevas condiciones.