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Este verano en Puerto Rico ha estado lleno de entusiasmo por el fenómeno de Benito Antonio Martínez Ocasio, mejor conocido como “Bad Bunny”, y su residencia de conciertos en San Juan. Estamos tomando prestado el título de uno de sus álbumes para comenzar este mensaje: “nadie sabe lo que va a pasar mañana”.
Y aunque estamos optimistas sobre lo que podemos lograr para el futuro de Puerto Rico, aún existe mucha incertidumbre en torno a nuestra infraestructura energética, el panorama de la deuda pública y la dirección general de nuestra economía. A continuación, analizamos algunos desarrollos clave.
Audiencia congresional sobre PROMESA: Nueve años más tarde
Han sido nueve años largos. Como señala Sergio, “La implementación de PROMESA, como la mayoría de las legislaciones federales complejas, ha tenido resultados mixtos.”
Aunque la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés) ha contribuido a reducir la deuda pública de Puerto Rico en aproximadamente $42,000 millones, el proceso de reestructuración ha sido más lento y costoso de lo previsto. Puerto Rico también ha implementado mejores mecanismos de informes financieros y supervisión fiscal, pero aún queda mucho por hacer. Cabe destacar que la reestructuración de la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE) sigue pendiente, lo que retrasa inversiones urgentes en infraestructura energética y generación renovable. Además, el proceso de supervisión fiscal, que originalmente se estimaba concluir para el 2022 a un costo de $370 millones, continúa vigente hoy día, y ya supera los $2,000 millones.
Una preocupación importante persiste: la incapacidad del gobierno local para desarrollar una estrategia amplia de crecimiento económico y establecer disciplina fiscal, lo que pone en riesgo la estabilidad financiera futura. Aunque la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico (JSAF) ha promovido mayor transparencia presupuestaria, Puerto Rico aún carece de informes financieros oportunos, y la transferencia de conocimientos y capacidades desde los consultores externos hacia los funcionarios gubernamentales sigue siendo insuficiente. Para cumplir con las condiciones que pondrían fin a la supervisión de la JSAF, Puerto Rico debe priorizar una gobernanza financiera más sólida y una agenda proactiva de crecimiento económico. Como recomendó el CNE en febrero de 2016, se debe implementar una ley de responsabilidad fiscal que limite el endeudamiento respaldado por impuestos, garantice una gestión sostenible de la deuda y establezca prácticas presupuestarias de pago por uso (pay-as-you-go). Esta regla serviría como una defensa importante para evitar repetir los errores financieros del pasado y fortalecer la estabilidad económica a largo plazo.
El rum cover-over: Un tesoro fiscal escondido a plena vista
Aunque no acaparó titulares durante el debate sobre el paquete de reconciliación presupuestaria, el mecanismo de transferencia del arbitrio al ron, mejor conocido en inglés como “rum cover-over” se incluyó discretamente en el lenguaje final del Senado, canalizando alrededor de $200 millones al año al Fondo General de Puerto Rico. En un momento en que las conversaciones en Washington D.C. giran en torno a PROMESA y la austeridad, esta fuente de ingresos frecuentemente ignorada representa una oportunidad real para poner en orden nuestras finanzas. No se trata de miles de millones, pero sí es exactamente el tipo de ingreso que debe respaldar el desarrollo económico y que puede ayudar a Puerto Rico a construir una resiliencia financiera a largo plazo.
En nuestro más reciente informe de política pública, explicamos todo: los orígenes del rum cover-over, cómo fluye el dinero, a dónde va y cómo maximizar su impacto.
Spoiler: CNE propone una alternativa innovadora: la creación del Fondo de Desarrollo Económico de Puerto Rico para el Siglo XXI (PREDF, por sus siglas en inglés), inspirado en el exitoso Fondo Permanente de Alaska.

ICYMI: Conversatorio CNE
Recientemente, el CNE organizó la conversación “Energía e industria para un futuro sostenible”, un encuentro que reunió a voces destacadas para examinar cómo una política industrial bien diseñada y un sistema energético confiable y accesible pueden abrir nuevas oportunidades para Puerto Rico.
El evento abrió con una presentación de Enrique Figueroa Grillasca sobre la posición de Puerto Rico en el índice global de complejidad económica. Luego, Harold Toro y la ingeniera Lucy Crespo dialogaron sobre las capacidades industriales del país, las posibilidades de innovación y el papel clave del sector privado en encaminar el desarrollo. Más adelante, Sergio M. Marxuach ofreció una visión clara del estado del sistema energético de la isla, preparando el terreno para una conversación directa con el profesor Luis Aníbal Avilés. Juntos, identificaron los obstáculos que frenan la transformación energética y propusieron caminos concretos para avanzar.
CNE en los medios
- Industriales – Entre lo urgente y lo importante: ¿Asoma un “mapa del tesoro industrial”?
- OENEGÉ – “Necesitamos una nueva manera de pensar el desarrollo de Puerto Rico”
- El Nuevo Día – Centro para una Nueva Economía: “Es hora de comenzar a pensar seriamente en la reducción gradual de las operaciones de la Junta”
- Noticel – Llamado a que la Junta se ponga para su número con proyectos críticos de energía
- El Nuevo Día – “Una situación donde nada se mueve”: frenos en la regulación paralizan la transformación del sistema eléctrico
- El Vocero – Casi una década de una Promesa sin cumplir
- Univisión – Puerto Rico busca renacer económico con farmacéuticas y contratos de defensa