CNE Review – noviembre 2025

Publicado el 20 de noviembre de 2025 / Read in English

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CNE Review
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En esta edición

La pandemia mundial de COVID-19 desencadenó una reevaluación del rol del estado en la economía y puso en tela de juicio los beneficios de las cadenas de suministro excesivamente complejas, frágiles y globalizadas. Estas acciones, a su vez, llevaron a muchos gobiernos a reevaluar el funcionamiento de las políticas industriales nacionales.

No obstante, es importante aclarar que el significado del término “política industrial” se ha ampliado desde principios de la posguerra. La política industrial moderna puede describirse como un proceso de descubrimiento y aprendizaje continuo que requiere una estrecha colaboración y coordinación entre el sector público, el sector privado, el mundo académico, los sindicatos y otras organizaciones no gubernamentales, con el fin de generar una transformación económica estructural a mediano y largo plazo.

En esta edición del CNE Review, presentamos una metodología basada en datos para comenzar a diseñar una política industrial moderna para Puerto Rico. Esta metodología, basada en las medidas de complejidad económica desarrolladas por Ricardo Hausmann, César Hidalgo y otros investigadores, puede ayudar a Puerto Rico a identificar áreas de alto valor añadido en las que ya es competitivo, así como otros productos que utilizan insumos similares en sus procesos de manufactura pero que actualmente no se producen localmente. Además, el análisis realizado por Enrique Figueroa, del CNE, resalta otros sectores productivos de alto valor añadido que en la actualidad están desconectados o aislados del resto de la actividad productiva en la isla. La idea es ayudar a las personas a cargo de la política pública, en colaboración con el sector privado, a: (1) identificar aquellos sectores con mayor probabilidad de generar actividades de alto valor añadido e innovación; y (2) desarrollar una estrategia industrial centrada en expandir esos sectores y actividades.

Si Puerto Rico realmente desea enderezar el rumbo de su economía y crear buenos trabajos, es imperativo diseñar una política industrial moderna que nos coloque a la vanguardia de la actividad económica mundial. El fin de la quiebra del gobierno, el despliegue de los esfuerzos de reconstrucción, el fin de la pandemia de COVID-19 y el giro intelectual en apoyo a un estado más activo en la economía convergen para crear la oportunidad de una generación para que Puerto Rico dé un giro a su economía e inicie un proceso que genere crecimiento económico y desarrollo a largo plazo. La implementación de la metodología de complejidad económica que presentamos aquí constituye el primer, pero muy importante, paso para desarrollar una política industrial del siglo XXI para Puerto Rico. Nos corresponde a todos poner en marcha ese proceso.

Sergio M. Marxuach, editor

Análisis de CNE

Por Enrique A. Figueroa Grillasca, Investigador Asociado

¿Qué es la Complejidad económica?

Indicadores tradicionales nos dicen cuánto produce una economía.

La Complejidad económica nos dice qué produce y qué tan sofisticada es esa producción.

Esta herramienta se basa en tres ideas clave:

1. El conocimiento es la verdadera riqueza: Las economías crecen cuando expanden el saber colectivo de las personas, empresas e instituciones.

2. El desarrollo es un proceso de aprendizaje: Las economías crecen al aprender a producir bienes más complejos a través del tiempo.

3. El aprendizaje tiene una trayectoria: Los países tienden a desarrollarse en industrias relacionadas con lo que ya producen, no dando saltos repentinos hacia sectores no relacionados.

La Complejidad económica es un mapa del tesoro que muestra dónde están las oportunidades. Puede revelar:

  • Qué sectores tienen el mayor potencial de crecimiento
  • Qué alianzas tienen sentido estratégico
  • Qué inversiones se alinean con una política industrial emergente
  • Qué industrias podrían servir de ancla para nuevos conglomerados en la isla

Lee más sobre los fundamentos de la Complejidad económica.

Cómo se mide

Mediante un análisis para descifrar los datos del comercio internacional, la Complejidad económica nos permite mapear las capacidades productivas de un país utilizando dos marcos visuales poderosos:

El Espacio de productos: un mapa global de productos relacionados.

La Frontera de diversificación: un gráfico que muestra cuáles industrias del país son tanto viables como de alto valor.


Cuadrantes de la Frontera de diversificación (Hidalgo, 2023)

Lee más sobre cómo se mide la Complejidad económica.

Lo que dicen los datos sobre Puerto Rico

La economía de Puerto Rico es más sofisticada de lo que su tamaño o nivel de ingresos sugerirían.

Hallazgos clave:

  • Puerto Rico ocupa el décimo lugar en Complejidad económica entre los estados y territorios de EE.UU.
  • Los productos farmacéuticos y químicos representan más del 80 % de las exportaciones.
  • La isla mantiene participaciones destacadas en mercados globales, por ejemplo, aproximadamente 20% de las exportaciones mundiales de insulina, 90% del total de exportaciones de sulfonamidas de EE.UU., y cerca de 10% de las hormonas a granel exportadas a nivel global.

La Frontera de diversificación revela que Puerto Rico posee “capacidades ocultas” que podrían permitir el desarrollo de nuevos sectores de alto valor, reduciendo la concentración en el sector farmacéutico y facilitando la creación de nuevos conglomerados industriales.

Haz clic para leer más sobre la economía de Puerto Rico a través del lente de la complejidad.

Recomendaciones de política pública: Una hoja de ruta para la acción

Para avanzar hacia una política industrial moderna, Puerto Rico debe incorporar la Complejidad económica en la toma de decisiones del día a día.

Recomendaciones clave:

  1. Medir y publicar periódicamente métricas de complejidad: Integrarlas en los informes económicos anuales de la Junta de Planificación y el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio de Puerto Rico.
  2. Capacitar a las agencias gubernamentales: Desarrollar la capacidad técnica y analítica necesaria para utilizar estas herramientas de manera continua, más allá de los cambios de administración.
  3. Involucrar al sector privado: Establecer un diálogo permanente para validar oportunidades y alinear incentivos.
  4. Alinear incentivos con metas de complejidad: Recompensar las inversiones que expandan el conocimiento productivo de la isla y diversifiquen sus exportaciones.

Haz clic para leer más sobre nuestras recomendaciones de política pública.

En nuestro radar

Con la reciente publicación de la Orden Ejecutiva 2025‑053, el gobierno de Puerto Rico ha abierto una ventana para institucionalizar una estrategia de desarrollo económico coordinada y basada en métricas, que involucra al gobierno, el sector empresarial y la academia. Nuestra metodología de complejidad económica se alinea de manera única con este mandato, y ya hemos comenzado a reunir a los actores clave.

Durante una sesión de trabajo reciente con líderes del sector privado de Puerto Rico, Rafael Vélez-Domínguez, presidente de la Asociación de Industriales de Puerto Rico, afirmó que la herramienta ofrece “una hoja de ruta para que la industria puertorriqueña no solo se adapte, sino que lidere con innovación y valor agregado. Hoy más que nunca, damos pasos firmes para convertir nuestras fortalezas en oportunidades reales y trabajar desde la colaboración público-privada para posicionar a Puerto Rico como un centro industrial competitivo en la región.”