Brookings cuatro años después

Brookings cuatro años después

Publicado el 15 de diciembre de 2009

Sergio portrait
Director de Política Pública
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A casi cuatro años de haber participado de los trabajos del Informe CNE/Brookings sobre la economía de Puerto Rico, el Dr. Barry BosworthSenior Fellow del Instituto Brookings, encuentra que la situación económica de Puerto Rico se ha deteriorado marcadamente.  En parte, este deterioro se debe al impacto de la profunda crisis económica y financiera a nivel global.  Sin embargo, es evidente que el modelo de desarrollo de Puerto Rico mostraba señales de debilidad desde por lo menos el año 2006, mucho antes de que comenzara la crisis a nivel mundial.  Por lo tanto, las causas de la crisis económica en Puerto Rico incluyen también un componente local, que es intrínsico a Puerto Rico.

Los problemas básicos de la economía de Puerto Rico identificados en el 2006 siguen presentes: las distorsiones económicas que son el legado de la implementación de la Sección 936; un nivel bajo de inversión; el estancamiento de la productividad laboral; una tasa de empleo sorpresivamente baja; y la explosión del déficit fiscal.

En términos específicos, el Dr. Bosworth encuentra que la tasa de empleo y el déficit fiscal han empeorado significativamente desde su última visita a la isla.  Por el lado de los empleos, es sorprendente que la tasa de empleo en la isla sea tan baja.  De acuerdo con las cifras mas recientes, la tasa de empleo en Puerto Rico era menos de 40% de la de la población con 16 años o mas estaba empleada.  Esta tasa de empleo es solamente 2/3 partes de la tasa de empleo en los Estados Unidos.  Si Puerto Rico lograra cerrar esa brecha el ingreso per capita en la isla aumentaría un 50%, aun manteniendo el diferencial en salarios que existe entre Estados Unidos y Puerto Rico.

El problema principal en cuanto empleo es que la tasa de participación laboral—la porción de la población adulta que se encuentra económicamente activa—es muy baja, de hecho es una de las tasas mas bajas, sino la mas baja, en el mundo.  Este fenómeno es producto de fallas en el mercado laboral de Puerto Rico, tanto por el lado de la oferta como por el lado de la demanda.

Por el lado de la oferta, encontramos que la aplicación en Puerto Rico de los programas de beneficencia social genera fuertes desincentivos al trabajo en el sector formal de la economía.

Por el lado de la demanda, encontramos primero que el sector privado en Puerto Rico está subdesarrollado: solamente 30% de los puertorriqueños trabajan en el sector privado, en comparación con un 60% en los Estados Unidos.  Además, la aplicación a la isla del salario mínimo federal puede ser que este limitando la creación de empleos para aquellas personas con menos destrezas.  Esto se debe a que el salario promedio en Puerto Rico es la mitad del salario promedio en los Estados Unidos.  Por lo tanto, la aplicación de salario mínimo de $7.25 por hora en Puerto Rico es equivalente a tener un salario mínimo de casi $15 por hora.

En términos del déficit, es evidente que el gobierno Puerto Rico tiene una larga historia de deficiencias financieras pero en años recientes la magnitud de estos deficits ha ido aumentando.  El problema radica principalmente en que los recaudos gubernamentales se han desplomado como porcentaje del producto nacional bruto de la isla, y aunque los gastos del gobierno también se han reducido de 30% del PNB a 25%, los recaudos han caído aun más, de 30% del PNB a 22%.

Esta caída en los recaudos se debe principalmente a dos factores: (1) el empleo en Puerto Rico esta decreciendo y por lo tanto hay menos personas y compañías pagando impuestos; y (2) la erosión de la base contributiva que es producto de las múltiples exenciones, créditos, y deducciones que han sido legisladas a través de los años.

El Dr. Bosworth señala además que los recaudos del gobierno de Puerto Rico dependen excesivamente de impuestos sobre las corporaciones, a diferencia de jurisdicciones en el resto de mundo que dependen mayormente de impuestos sobre el consumo y sobre la propiedad.

Por ejemplo, de acuerdo con la data del Departamento de Hacienda para el año fiscal 2009 las corporaciones con operaciones en Puerto Rico pagaron $1,364 millones en contribuciones sobre ingresos y $1,081 millones por concepto de retención sobre el pago de regalías a no-residentes.  En total, por lo tanto, las corporaciones pagaron $2,445 millones en impuestos de un total de recaudos netos de $7,760 millones, lo que es equivalente a un 31.5%.

El aumento en el déficit gubernamental ha provocado un aumento vertiginoso en la deuda pública de Puerto Rico, la cual ha aumentado de 58% del PNB en el 2000 a un 95% del PNB en el 2009.  Esta tasa de crecimiento del endeudamiento publico, según el Dr. Bosworth, simplemente no es sostenible a largo plazo.

 

Mas preocupante aun es que una buena porción de la deuda emitida recientemente por el gobierno de Puerto Rico se ha destinado a pagar deudas con suplidores y otros gastos operacionales en vez de usarse para financiar la inversión en bienes públicos a largo plazo.  Las emisiones de bonos realizadas recientemente por la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (COFINA) son un buen ejemplo.

En junio de 2009 COFINA emitió deuda en exceso de $5,000 millones, cuyo pago esta garantizado por la asignación a COFINA de 2.75%, de un total de 5.5% del impuesto sobre las ventas y el uso que corresponde al gobierno central, por los próximos 40 años.  El dinero producto de la emisión se puede usar, entre otras cosas, para el pago de ciertas deudas del Secretario de Hacienda con el BGF, para el pago de deudas a ciertos suplidores del gobierno, y para sufragar gastos operacionales del gobierno central.  Esto significa que nuestros nietos estarán pagando el IVU en el 2030 para cumplir con el servicio de la deuda pagadero a estos bonistas sin recibir ellos ningún beneficio a cambio.

El sector financiero de Puerto Rico ha desmejorado significativamente desde el 2005.  La crisis financiera comienza antes en Puerto Rico debido a prácticas contables cuestionables.  Más recientemente vemos, como resultado de una burbuja especulativa en el mercado de vivienda local debido a un exceso de oferta, que la morosidad de los préstamos de construcción se ha disparado.  Esta situación, en combinación con la crisis financiera en los Estados Unidos, ha llevado a una contracción del crédito local de todo tipo a corto plazo.

Según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras los activos de los bancos comerciales en Puerto Rico han disminuido de $101,478,871,000 a diciembre de 2005 a $92,839,089,000 en septiembre del 2009, una reducción en exceso de $8,000 millones, equivalente a un 14% del PNB de Puerto Rico a junio de 2009.  Además, analistas financieros de Keefe, Bruyette, and Woods y de Raymond James, han reseñado que tres bancos locales están operando bajo ordenes de cese y desista del FDIC y que la probabilidad es alta de que el FDIC intervenga una o mas de estas instituciones en el 2010.  En suma, todos estos factores apuntan a que Puerto Rico podría enfrentar una crisis financiera en el 2010 lo que significaría un obstáculo severo para la recuperación económica en Puerto Rico.

Finalmente, el Dr. Bosworth enfatiza que a corto plazo no hay mucho que podamos hacer, pues muchas de las acciones necesarias toman tiempo para llevarse a cabo.   Sin embargo, estamos a tiempo para tomar medidas correctivas a mediano y largo plazo, si se comienza a trabajar ahora.  Se necesitan profundos cambios estructurales en nuestra economía para reestablecer el crecimiento en Puerto Rico. Lo más importante para Puerto Rico es la creación de empleos y ese debe el objetivo principal de toda política publica.  Para lograr esto es necesario hacer de Puerto Rico un lugar atractivo para hacer negocios, implementar una reforma contributiva a fondo, y reformar todo el entramado regulatorio de la isla.

La presentación del Dr. Bosworth se encuentra aquí.