Subsidios para Hollywood

Subsidios para Hollywood

Publicado el 18 de noviembre de 2010

Sergio portrait
Director de Política Pública
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Recientemente en Puerto Rico se ha hablado mucho de incentivar la industria fílmica para generar ingresos y empleos en Puerto Rico.  Por ejemplo, el gobierno asegura que la filmación de la película Fast and Furious 5 representó una inversión en Puerto Rico de veintiocho millones de dólares y la creación de diecisiete mil empleos.  La parte de los empleos tiene que ser un error porque ni siquiera la notoria ley de incentivos del 2008 creo los quince mil empleos que prometió, ¿cómo entonces una sola película puede haber creado diecisiete mil?

En cuanto a la inversión uno tiene que hacerse dos preguntas: Primero, ¿cuál fue la cantidad de incentivos que recibió el proyecto?   Porque si recibieron veinticinco millones en incentivos o créditos contributivos, entonces se neutraliza la inversión.  Y segundo, ¿cuánto le costo al erario el proyecto a través de costos como  el tiempo y equipo de la policía, personal y equipo del departamento de transportación y obras públicas, y quizás más importante, la productividad perdida?  Estos proyectos sólo valen la pena si logran inyectar más al la economía de lo que sacan.

Y ese es el problema.  En Puerto Rico muchas veces se exageran los beneficios económicos que alegadamente serán producto de otorgar determinados incentivos.  Actualmente existen decenas de deducciones, créditos, exenciones, y otros subsidios para toda una gama de actividad económica.  Sin embargo, Hacienda nunca ha podido cuantificar los beneficios producidos por estos incentivos y mucho menos determinar si estos incentivos generan más beneficios que lo que cuestan.

Con respecto a la industria del cine, un estudio reciente publicado por el prestigioso Center on Budget and Policy Priorities (CBPP) revela que actualmente 43 estados ofrecen incentivos para la filmación de películas, con un costo en exceso de $1,500 millones y con poco o ningún impacto económico.

Según el CBPP, los problemas principales con estos subsidios son los siguientes:

1.  Los subsidios son demasiado costosos a los estados y demasiado generosos con los productores – La mediana del beneficio otorgado por los estados es equivalente a 25 centavos por cada dólar de gastos de producción subsidiado.  Esto cuando la mayoría de los estados enfrentan una situación económica apretada y han tenido que recortar toda clase de programas gubernamentales en áreas claves como la educación, salud, seguridad pública, e infraestructura.

2. Los subsidios muchas veces se otorgan a producciones que se hubieran llevado a cabo de todas maneras – Este es un problema con los subsidios en general, pero en le caso del cine se intensifica ya que muchos productores llevan trabajando mucho tiempo en los mismos estados y tienen múltiples relaciones de trabajo establecidas allí.  De no haber subsidios la mayoría de estos productores seguirían trabajando en esos estados.  Peor aun, no hay manera de que un estado subsidie solamente aquella actividad que de antemano se sabe no habría ocurrido a no ser por los subsidios.

3.  La mayoría de los trabajos son temporeros y de baja remuneración – Las compañías productoras usualmente llevan consigo el personal especializado que necesitan para filmar.  Los empleos locales que se crean son en áreas como peluquería, seguridad, carpintería, catering, entre otras, que no constituyen una base sólida para el desarrollo económico a largo plazo.

4.  Los costos al erario exceden los beneficios económicos generados por los subsidios – La actividad económica inducida por los subsidios a la filmación no generan recaudos contributivos suficientes para compensar su costo.  Según el CBPP los estimados del aumento en recaudos fiscales generado por estos subsidios fluctúan entre 7 y 28 centavos por cada dólar de subsidio otorgado.  En las jurisdicciones con un requisito constitucional de balancear su presupuesto, como Puerto Rico, esto significa que otras áreas sufrirán recortes o se tendrán que aumentar los impuestos para mantener el balance.

5.  La decisión de otorgar subsidios muchas veces se basa en estudios defectuosos – La industria fílmica y algunos estados han comisionado estudios que concluyen que estos beneficios son altamente costo-efectivos.  Pero estudios independientes y objetivos demuestran lo contrario.  Por ejemplo, un estudio comisionado por el estado de Nuevo México a Ernst & Young (E&Y) determinó que en el 2008 cada dólar de subsidio generaba $1.50 de recaudos al fisco.  Sin embargo, un estudio llevado a cabo por dos profesores de la New Mexico State University concluyó que el beneficio era solo de 14 centavos por cada dólar de subsidio.  Entre las fallas señaladas por los profesores, estos encuentran que E&Y exageró el impacto de la filmación en la actividad turística; que contabilizaron erróneamente los gastos generados por la actividad de filmacion; y que la metodología usada por E&Y para llevar a cabo su estudio no estaba del todo clara.

El impacto en la actividad turística es particularmente relevante en el caso de Puerto Rico ya que una parte significativa de la actividad económica alegadamente inducida por la industria del cine se le atribuye a los gastos de turistas que visitarían a Puerto Rico debido a la promoción que recibiría la isla a través de las películas que se filmen aquí.  El ejemplo que se usa es Nueva Zelanda donde el turismo aumentó significativamente después de la filmacion de la trilogía de Lord of the Rings.  Creemos que ese ejemplo no es relevante ya que se trata de una mega-producción de tres películas que utilizó la belleza natural de ese país para recrear el mítico Middle Earthde las novelas de J.R.R. Tolkien, que de antemano ya eran conocidas por miles, tal vez millones, de personas desde hace años.  Sin embargo, películas como Men Who Stare at Goats y Fast and Furious 5, de escaso valor estético y menor peso intelectual, se filmaron aquí pero en pantalla se hace creer que la acción ocurre en una aldea remota de Irak y en los arrabales de Brasil, respectivamente.  Se nos hace difícil comprender como esa publicidad es positiva para atraer turistas a la isla.

Finalmente, hay que cuestionar la moralidad de otorgar beneficios fiscales al millonario complejo industrial de Hollywood.  En un lugar como Puerto Rico, donde casi 50% de la población vive bajo la pobreza, donde en muchas escuelas públicas se pasan semestres enteros sin maestros para enseñar todas las clases, donde la infraestructura física del Centro Medico se esta cayendo literalmente en cantos, y donde los homicidios son la orden del día, simplemente es inaceptable que se desperdicien caprichosamente los escasos recursos gubernamentales en jugar a las películas de Hollywood.