Analizando los ingresos al fondo general
Publicado el 14 de julio de 2011
Director de Política Pública
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El Departamento de Hacienda reportó ayer los recaudos del Fondo General para el año fiscal 2011, que terminó apenas el 30 de junio. De acuerdo con Hacienda, los ingresos netos al Fondo General aumentaron de $7,690 millones en el 2010 a $8,165 millones en el 2011, un incremento neto de $475 millones, o un 6.2%. A primeras luces parecería que la crisis fiscal se ha superado, después de todo, los recaudos aumentaron en un 6%.
Sin embargo, un análisis más profundo revela un panorama un poco más complicado.
Primero, los recaudos por concepto de contribuciones sobre los ingresos muestran una reducción de $214 millones, de $5,139 millones en el 2010 a $4,925 millones en el 2011. Esto se debe en su totalidad a la reducción en los recaudos por concepto de contribuciones sobre los ingresos de los individuos. Los recaudos bajo este rubro, disminuyeron de $2,574 millones en el 2010 a unos $2,197 millones en el 2011, una reducción de $377 millones o un 14.6%. Dicha reducción es producto de la reforma contributiva.
Por el lado de las corporaciones, los recaudos por contribuciones sobre ingresos corporativos no aumentaron ni disminuyeron, se quedaron en $1,677 millones durante ambos años fiscales.
Sin embargo, ese cuadro es inconsistente con los resultados reportados para el mes de junio. Durante ese mes, los recaudos producto de impuestos a los ingresos corporativos fueron de $354 millones, reflejando un aumento de $48 millones sobre los $306 millones reportados en junio del año anterior. Este aumento de 15.6% puede ser producto de prepagos negociados por las corporaciones con Hacienda. Usualmente las corporaciones que hacen esto se benefician de un descuento y a la misma vez “ayudan” a Hacienda a cumplir con sus proyecciones de recaudos. De ser así, esto significa que los recaudos para los meses de julio y agosto se podrían ver afectados negativamente.
De igual manera, los recaudos por concepto de la retención a no-residentes aumentó de $830 millones en el 2010 a $1,000 millones en el 2011, un incremento de $170 millones o un 20.5%. Casi la mitad de ese aumento, unos $77 millones, se registró también durante el mes de junio, cuando los recaudos bajo este rubro generaron unos $151 millones, en comparación con $74 millones durante el mismo mes el año pasado. Este aumento de 104% nos parece algo irregular, dado el panorama actual de la economía de Puerto Rico. Creemos que es muy probable que se deba también a prepagos hechos por algunas de las grandes corporaciones foráneas con operaciones en la isla. Obviamente, de ser así, esto también afectaría adversamente los recaudos durante los meses de julio y agosto.
Los recaudos producto del IVU aumentaron de $538 millones a $553 millones, un incremento de $15 millones, o un 2.8%. Este aumento es consistente con una economía en la que el gasto del consumidor se encuentra esencialmente estancado. Los recaudos por concepto de arbitrios sobre otros artículos de consumo apoyan esta tesis. Por ejemplo, los arbitrios sobre bebidas alcohólicas no reflejaron aumento alguno, siendo reportados en $284 millones tanto en el 2010 como en el 2011.
Los recaudos para el 2011 también incluyen unos $246 millones por concepto del impuesto adicional sobre la propiedad incluido en la Ley 7. Dicho impuesto queda sin efecto al comenzar el nuevo año fiscal y por lo tanto no será una fuente de recaudos para el 2012.
Finalmente, los recaudos para el 2011 incluyen unos $677 millones producto del nuevo arbitrio sobre las ventas hechas por ciertas corporaciones foráneas con operaciones en Puerto Rico a sus afiliadas internacionales. Este impuesto nuevo, que está produciendo unos $135 millones mensuales, es la clave para el balance fiscal de Puerto Rico. En la medida en que se sigan cumpliendo las proyecciones con relación a este impuesto la situación fiscal de Puerto Rico mejorara. En la medida en estas compañías consigan una manera de evitar o reducir lo que pagan bajo la Ley 154, la situación de Puerto Rico se hará mas complicada.
¿Qué podemos concluir de todo esto? Primero, el código de rentas internas de Puerto Rico fue enmendado esencialmente en su totalidad. Tanto los individuos como las corporaciones están el proceso de ajustarse a las nuevas reglas. Por lo tanto es muy difícil en estos momentos proyectar con certeza una tendencia en los recaudos al Fondo General.
Segundo, es prematuro declarar que la política de “dejar más dinero en el bolsillo de la gente” ha sido exitosa en reactivar la economía. Los recaudos por concepto del IVU y de otros arbitrios sobre artículos de consumo se han mantenido esencialmente estancados. Lo mismo ha pasado con los recaudos producto de los impuestos sobre el ingreso corporativo. Mas aun, otros indicadores económicos, tales como la tasa de desempleo, la cantidad de personas empleadas, y el Índice de Actividad Económica del BGF, apuntan a una economía todavía en contracción, o, en el mejor de los casos, estancada.
Tercero, los datos reportados por Hacienda demuestran un patrón que nos parece consistente con la práctica de negociar prepagos para maquillar los números al final del año fiscal. Esta práctica, que data de la era de las 936, es un parcho más. Hace quedar bien a Hacienda, pero reduce los recaudos futuros. Es, simplemente, una forma más de desvestir a un santo para vestir otro.
Finalmente, no es creíble, en nuestra opinión, atribuirle el aumento en los recaudos a un repunte en la actividad económica en Puerto Rico. El aumento reportado se debe esencialmente al arbitrio nuevo impuesto por la Ley 154. De hecho, de no ser por ese impuesto nuevo es muy probable que los recaudos para el 2011 hubieran estado por debajo de los recaudos para el 2010, y ciertamente hubieran estado por debajo de los estimados de Hacienda.