El informe del FED y el mercado laboral de Puerto Rico

El informe del FED y el mercado laboral de Puerto Rico

Publicado el 5 de agosto de 2012

Harold J. Toro, Ph.D.
Director de Investigaci贸n
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El informe sobre la econom铆a de Puerto Rico del Banco de la Reserva Federal de Nueva York logr贸 una de sus metas: despertar controversia sobre las debilidades de la econom铆a insular.

Uno de estos componentes es el mercado laboral en cuanto a la recomendaci贸n espec铆fica de reducir el salario m铆nimo y subsidiar la reducci贸n mediante un cr茅dito por ingreso devengado, el enfoque general de las reacciones locales ha sido en general de cr铆tica a la propuesta, pero curiosamente de silencio ante el diagn贸stico y la realidad a la cual apunta. Brilla por su ausencia la falta total de discusi贸n de los diagn贸sticos sobre los cuales se monta la recomendaci贸n.

Los hallazgos del FED usando datos del censo de 2010, e informaci贸n del Banco Mundial son: primero, alto desempleo y baja participaci贸n laboral para j贸venes de 16 a 24 y para adultos pasados los 50 a帽os al compararse con grupos demogr谩ficos similares en otros pa铆ses y en Estados Unidos; segundo, rezago en la competitividad laboral de Puerto Rico en el contexto global, tercero, deterioro de la calidad de la mano de obra local, y altos costos operacionales que afectan las empresas locales. Es a partir de esta realidad que surgen las recomendaciones del FED. Ser铆a un error no tomar en serio esta caracterizaci贸n del mercado laboral y aplazar la b煤squeda de soluciones. Todos los atributos antes mencionados en su conjunto implican consecuencias adversas para el desarrollo econ贸mico de Puerto Rico, para las posibilidades de movilidad social de individuos y familias y para la ya alta desigualdad existente.

No participar en la fuerza laboral implica una perpetuaci贸n del r茅gimen de dependencia. A su vez, la marginaci贸n del mercado laboral, aun cuando existe un sistema de beneficencia social que la mitiga, implica a mediano y a largo plazo consecuencias adversas tanto para los individuos, como en t茅rminos macroecon贸micos. Para los individuos, estar fuera de la fuerza trabajadora, implica una ubicaci贸n econ贸mica desde la cual con el pasar del tiempo se hace dif铆cil o imposible salir debido a una acumulaci贸n de desventajas. Peor aun, implica la reproducci贸n de la marginalidad para familias enteras. En t茅rminos macroecon贸micos, implica la perdida permanente de capacidad humana para contribuir al acervo de riquezas y al bienestar com煤n.

Seg煤n el informe, Puerto Rico tiene una tasa de desempleo de 39 porciento entre las personas de 16 a 24 a帽os de edad. El desempleo al inicio de la vida laboral tiende a estar vinculado a todo tipo de consecuencias negativas posteriores, como salarios m谩s bajos, mayor propensidad a desvincularse de la fuerza trabajadora, y a tendencias psicol贸gicas depresivas. Efectos que se sostienen aun d茅cadas despu茅s y son particularmente severos para aquellos con niveles de educaci贸n bajos y/o con pocas destrezas.

La baja productividad en t茅rminos comparativos, sugiere que Puerto Rico es cada vez menos competitivo en la econom铆a mundial. Una variable clave no discutida en detalle por el FED pero estrechamente vinculada al rezago en productividad y a las otras caracter铆sticas del mercado laboral de Puerto Rico puede ser la calidad educativa de la preparaci贸n post-secundaria. En otras jurisdicciones y pa铆ses la educaci贸n post-secundaria no-acad茅mica, no orientada al bachillerato en artes y ciencias, constituye una herramienta fundamental de la formaci贸n de cuadros de trabajadores preparados y con oportunidades de empleo diestro.

A煤n en estados relativamente pobres como Nuevo M茅xico, por ejemplo, entre los graduandos de nivel post-secundario, el 23 porciento ten铆an un grado asociado. La situaci贸n aqu铆 contrasta dram谩ticamente.聽 En el 2010, solo un 11 porciento de los graduandos de nivel post-secundario obtuvieron un grado asociado. El 46 porciento obtuvo certificados de un a帽o o menos. Estos datos hacen pensar que la baja productividad y el alto desempleo entre los j贸venes en parte se debe a la ausencia de un marco institucional robusto para forjar una fuerza trabajadora capaz y con posibilidades de logro y de mejores salarios. Cuando vemos la distribuci贸n de entidades educativas, un 45 porciento de las entidades existentes a nivel post-secundario otorgan certificados, pero solo un 11 porciento otorgan grados asociados estrictamente.

Un punto de partida concreto a mediano plazo para cualquier concertaci贸n debe ser examinar cr铆ticamente el sistema de educaci贸n vocacional en Puerto Rico con miras a transformarlo en un veh铆culo de preparaci贸n adecuada que afiance las destrezas de nuevas generaciones de trabajadores. Esto no es una gran utop铆a, y es precisamente por eso que tiene posibilidades reales de dar frutos concretos. En Estados Unidos ya se est谩 promulgando un sistema de aprendizaje vocacional m谩s parecido al sistema Alem谩n, donde los patronos participan directamente en el entrenamiento mediante un sistema de aprendizaje en los talleres de trabajo.

Por el lado de la creaci贸n de plazas de trabajo tienen que haber no solo reformas para mitigar los costos operacionales sino tambi茅n una re-examinaci贸n de los mercados de capital y de la conformaci贸n de incentivos al riesgo empresarial para de esta manera fomentar la creaci贸n de nuevas y mejores empresas. No ser谩 suficiente con reducir costos operacionales al conjunto de empresas ya existentes.

Los hallazgos del FED no son del todo distintos de los que discutiera el CNE y el Brookings Insititute en el 2006, pero se dan en el contexto de una econom铆a global con prospectos d茅biles de crecimiento y luego de una recesi贸n econ贸mica en Puerto Rico de 6 a帽os de duraci贸n. La coyuntura actual hace la situaci贸n estructural del mercado laboral mucho m谩s grave. Es por esto que las reacciones generales a las propuestas del FED pr谩cticamente constituyen una modalidad de negaci贸n colectiva ante el futuro que se avecina.

Este art铆culo fue publicado originalmente en El Nuevo D铆a el 5 de agosto de 2012.