Después de la emisión de bonos

Después de la emisión de bonos

Publicado el 13 de marzo de 2014

Sergio portrait
Director de Política Pública
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Puerto Rico ha colocado exitosamente una emisión de bonos por la cantidad de $3,500 millones en el mercado de bonos municipales de Estados Unidos. El precio ha sido alto. Los bonos se vendieron a 93 centavos el dólar y con una tasa de interés de 8%. Esto significa que el rendimiento exento de los bonos es igual a 8.72%, lo que es equivalente a un rendimiento tributable de 14.3%. Los fondos producto de la emisión se utilizarán casi en su totalidad para refinanciar o pagar deudas existentes y muy pocos están destinados para inversión pública. En síntesis, esta transacción ayuda a mantener a flote al gobierno de Puerto Rico hasta el 2015 pero no resuelve los problemas fiscales de Puerto Rico ni a corto ni a largo plazo.

El gobierno continúa enfrentando una serie de retos fiscales producto, entre otros factores, de déficits presupuestarios crónicos, falta de controles internos adecuados en muchas agencias del gobierno, una prolongada contracción económica, altos niveles de desempleo, una marcada reducción poblacional, y altos niveles de deuda y obligaciones de pensiones públicas.

A eso hay que añadirle que los vencimientos de bonos de obligación general, bonos de la Autoridad de Edificios Públicos (AEP), que están garantizados por el ELA y se pagan del Fondo General, y bonos que dependen de asignaciones legislativas suman más de $1,000 millones anualmente durante cada uno de los próximos 15 años.

Finalmente, el gobierno de Puerto Rico enfrenta un presupuesto para el próximo año fiscal con una deficiencia potencial de $1,500 millones, equivalente a casi 2% del PNB. Un ajuste fiscal de esa magnitud no se puede lograr solamente recortando gastos sin afectar la prestación de servicios gubernamentales esenciales. Lo más prudente sería cerrar la brecha con una combinación de recortes, impuestos nuevos, y, de ser necesario, tomando prestado una cantidad relativamente pequeña para cuadrar el presupuesto.

Más allá del próximo presupuesto Puerto Rico necesita implementar una serie de medidas a corto y mediano plazo para atajar su crisis fiscal. A continuación presentamos algunos elementos que se podrían incluir en un plan de restructuración fiscal.

Fortalecer el Banco Gubernamental de Fomento – Aunque una cantidad significativa de los fondos producto de la emisión se utilizarán para saldar deudas con el BGF, la realidad es que la situación financiera del Banco, principal fuente de liquidez del gobierno a corto plazo, continua siendo frágil. Una opción que se podría explorar sería una emisión de acciones preferidas del BGF a instituciones financieras con operaciones en Puerto Rico. Dichas acciones, que no otorgan poderes de gobernanza corporativa, podrían ser por la cantidad de hasta $1,000 millones y pagar un dividendo de entre 5 y 6% del valor par de las mismas. Ese tipo de recapitalización le proveería capital de emergencia al BGF. Además, sería una oportunidad única para que la comunidad financiera local haga una contribución valiosa al país en estos momentos de crisis.

Re-negociar vencimientos de bonos de obligación general y de la AEP durante los próximos 10 años – Puerto Rico enfrenta una serie de vencimientos de deuda significativos a corto plazo. Una medida que se podría implementar consistiría en ofrecerle a los dueños de bonos pagaderos del fondo general durante los próximos 10 años un intercambio de los bonos existentes por bonos con el mismo principal, pero con un vencimiento más largo y con tasas de interés variables dependiendo de los recaudos de Hacienda. La idea es que los pagos de interés sobre estos bonos aumenten cuando aumentan los recaudos del fondo general y se reduzcan cuando los recaudos no crecen o crecen a una tasa menos de la esperada. El interés a pagarse podría variar anualmente, por ejemplo entre 3 y 9%, dependiendo de cómo se estructuren. Esta renegociación le daría tiempo y flexibilidad al gobierno de Puerto Rico para implementar otras reformas más abarcadoras.

Preparar un plan financiero de tres a cinco años – A mediano plazo es necesario tomar una serie de medidas para evitar una repetición de esta crisis. En primer lugar, hay que llevar a acabo una reforma contributiva a fondo que revise todo el Código de Rentas Internas. No podemos seguir poniendo parches. Por ejemplo, en los documentos de la emisión de bonos el gobierno nos informa que el arbitrio temporero producto de la ley 154, y que representa 20% de los ingresos del fondo general, lo pagan 27 contribuyentes, y de ese grupo los pagos de solamente unos 6 representan el 75% del total recaudado. Esta situación, obviamente, no es sostenible. Los objetivos de la reforma serían ampliar la base contributiva, reducir las tasas, incentivar el ahorro, la inversión, y el trabajo, desincentivar el consumo, y aumentar la captación de recaudos.

Segundo, que hay re-estructurar los gastos del gobierno. Mas allá de cortar los gastos innecesarios, el fraude, y el desperdicio de fondos públicos, hay que examinar las funciones de todas las agencias y determinar cuales son esenciales y cuales no, y cuales se pueden consolidar, privatizar, o eliminar en su totalidad.

Tercero legislar reglas “pay as you go” esto significa que cada proyecto de ley que se apruebe y que aumente el gasto o reduzca los recaudos, tiene que venir acompañado por un recorte en otro programa o por un aumento en los recaudos por la misma cantidad.

Cuarto, legislar “sunset rules”. Esto significa que cada programa nuevo que se legisle tendría una fecha de vencimiento desde su comienzo. Al concluir ese plazo, el programa se evaluaría para determinar si ha sido efectivo en cumplir sus objetivos. Dependiendo del resultado de esa evaluación el programa se renovaría o se eliminaría automáticamente al no ser renovado.

Quinto, legislar para que el crecimiento de la deuda no pueda exceder el crecimiento del PNB, excepto en recesiones. El objetivo que se quiere lograr con este requisito es mantener la relación deuda/PNB a niveles sostenibles a largo plazo.

Corporaciones públicas – Puerto Rico cuenta actualmente con 51 corporaciones públicas. En teoría, estas entidades deberían ser auto-suficientes ya que tienen la capacidad para generar sus propios ingresos. En la práctica, sin embargo, muchas dependen de subsidios del fondo general o del BGF para su solvencia financiera. Es necesario repensar todo este entramado de corporaciones y determinar cuales pueden ser verdaderamente auto-suficientes y cuales no.

Una vez se haga esa determinación, hay que decidir si las funciones de las que no son auto-suficientes pueden o deben ser traspasadas al gobierno central, al sector privado, o simplemente eliminadas. Las corporaciones sobrevivientes entonces serían re-estructuradas. Dicha re-estructuración conllevaría (1) aumentar sus ingresos; (2) la eliminación de los subsidios del fondo general o del BGF; (3) reducir sus costos operacionales; (4) re-estructurar los términos y condiciones de su deuda, de ser necesario; y (5) reformar sus estructuras de gobernanza corporativa.

En resumen, la emisión de $3,500 millones nos compra un poco de tiempo y tendrá un efecto positivo a corto plazo. Pero que nadie se llame a engaño. Puerto Rico enfrenta años de decisiones difíciles antes de poder decir que hemos sobrepasado esta crisis. Parafraseando a Robert Frost, nos quedan muchas millas por caminar antes de descansar.

 

Esta columna se publicó originalmente en el diario El Nuevo Día el 13 de marzo de 2014.