Una breve nota sobre pronósticos pos-COVID

Una breve nota sobre pronósticos pos-COVID

Publicado el 11 de marzo de 2020 / Read in English

Investigador Asociado
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No hay forma de subestimar el profundo impacto que la pandemia de COVID-19 ha tenido en nuestras vidas individuales y colectivas. No nos debe extrañar, entonces, que los gobiernos, las empresas y los hogares estén ansiosos por superar esta situación. Los consultores e investigadores se apresuran a aplicar sus herramientas analíticas para pronosticar cómo será el mundo posterior a la pandemia, dadas las tendencias del pasado reciente y del presente. La previsión de unos meses en el futuro es importante para la toma de decisiones a corto plazo. Pero tomar decisiones importantes para el mediano y largo plazo, dados los altos niveles de incertidumbre, puede resultar en un ejercicio inútil. Todavía estamos en medio de la pandemia, y tratar de pronosticar años en el futuro, en este momento, es similar a pronosticar las condiciones económicas posdesastre mientras todavía estamos en medio del huracán.

Los gobiernos y las empresas están apostando a que el trabajo remoto se convertirá en un elemento cada vez más permanente entre la clase trabajadora, hasta el punto que algunos sugieren que cambiará la estructura de las ciudades en el futuro. Sin embargo, este análisis omite el hecho de que ésta ha sido una predicción continua durante casi cuarenta (40) años.

En Puerto Rico, en este momento se están tomando decisiones a largo plazo y de enorme trascendencia, basadas en pronósticos que muestran un pequeño repunte en la economía de la isla en el futuro. El problema, por supuesto, es que hay muchas variables que están más allá del control local y que dan como resultado un alto grado de incertidumbre, lo que fácilmente podría descarrilar incluso el pronóstico realizado de manera más razonable. Por ejemplo, para construir el camino hacia la recuperación económica, es clave tener una implementación exitosa de la vacunación. Tener una idea clara de cómo y cuándo sucederá esto está más allá de los parámetros de análisis de cualquier analista, como lo ha demostrado la reciente demora en la entrega de vacunas debido a la tormenta de nieve de Texas. Además, todavía no está claro cómo las pequeñas empresas y la fuerza laboral saldrán de esto y qué les depara el futuro. En febrero de este año, la Encuesta de Pulso para Pequeñas Empresas del Censo de EE.UU. mostró que casi el 75% de las pequeñas empresas en Puerto Rico informaron que todavía se ven afectadas negativamente por la pandemia.

Todavía estamos en la fase de emergencia de este desastre y sin una ruta clara de cuándo y cómo se llevará a cabo la reconstrucción pospandémica. Por supuesto, CNE ha apoyado durante mucho tiempo el desarrollo económico a través de una visión y estrategias a largo plazo. Pero contemplar el futuro a través de la niebla en medio de una crisis histórica es un ejercicio muy diferente.