El primer mes del año es buen momento para pasar revista, por lo que aprovechamos para esbozar algunas de las discusiones que seguiremos de cerca desde España que pueden arrojar luz sobre temas fundamentales para Puerto Rico durante este año que recién inicia.
El precio de la electricidad y la composición del sistema eléctrico
El problema de los aumentos en la factura eléctrica no es exclusivo de Puerto Rico. Este año España batió un récord nefasto al alcanzar máximos históricos en el precio de la electricidad: en diciembre llegamos a pagar sobre 50c de euro por kw/hora en algunos tramos horarios. Esto ha abierto un importante debate sobre aspectos fundamentales del sistema eléctrico:
- Los riesgos de continuar dependiendo del gas natural – en Europa el precio del gas natural se multiplicó seis veces durante el 2020. Si bien las energías renovables representan más de la mitad de la capacidad de producción eléctrica instalada en España, en los pasados años el país aumentó de forma paralela su consumo de gas natural para la generación eléctrica a medida que utilizó este para sustituir la generación con carbón. La escalada en el precio del gas natural ha llevado a España a acelerar la transición de su sistema eléctrico a energías renovables: dedicará el 40% de su asignación de los fondos europeos para la recuperación post-pandemia a implementar la llamada transición ecológica. Este proceso arrojará sin duda lecciones para Puerto Rico y su proceso de reconstrucción/transformación del sistema eléctrico.
- Cómo manejar los costos de la transición a renovables – Durante los pasados años el costo de la energía eléctrica basada en fuentes renovables se ha reducido dramáticamente a nivel global: de forma creciente ésta resulta más barata que la basada en combustible fósiles (ver aquí el informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable). Sin embargo, el proceso no está libre de costos en el corto y mediano plazo y en Europa se discute – sin consenso hasta el momento – la forma de minimizar su impacto. El impuesto a las emisiones de carbón – implantado en 19 países europeos como una forma de incentivar la descarbonización de sus economías – fue responsable de la mitad del aumento en el precio de la electricidad en España durante el 2021, según un informe del Banco de España. Igualmente, el país debe hacer todavía inversiones importantes en la capacidad de almacenamiento energético. Esto ha abierto el debate de cómo minimizar los costos sociales de la transición energética particularmente entre los consumidores y sectores más vulnerables, algo que pudiera ofrecer aprendizajes para la isla.
Gasto público y reglas fiscales
En 2016, CNE propuso la adopción de un sistema criollo de reglas fiscales para Puerto Rico como alternativa a la imposición de una junta de control de fiscal. Ahora que se acerca el fin del proceso de reestructuración de la deuda y el tema de la responsabilidad fiscal debiera volver a cobrar vigencia, el debate en Europa pudiera servir para informar la discusión en la isla.
Las reglas fiscales han sido uno de los puntales del sistema de gobernanza fiscal de la Unión Europea (UE), pero al inicio de la pandemia en el 2020, esta dejó en suspenso las mismas. El hiato ha servido para intensificar los llamados – lidereados por Francia e Italia – para modificar el sistema a fin de que la disciplina fiscal, la regulación del gasto público y el control de la deuda no se conviertan en camisas de fuerza. Entre las propuestas se encuentran: simplificar las reglas; fortalecer las instituciones encargadas de monitorear el cumplimiento; flexibilizar el espacio fiscal para que permita realizar inversiones estructurales de largo plazo; y asegurar su uso anti-cíclico, viabilizando la creación de márgenes durante los picos del ciclo económico a fin de crear amortiguadores para los periodos de desaceleración.
Para España – al igual que para Puerto Rico – la forma en que se estructuren las reglas y el espacio fiscal que estas provean es crucial. El país arrastra desde la crisis del 2008 una reducción en el acervo de capital público que, según el Consejo Económico y Social, debe ser subsanado con aumentos en la inversión pública en infraestructura y acervo de conocimiento. A la vez, las gastos relacionados con la protección del tejido empresarial y laboral durante la pandemia provocaron un aumento significativo de la deuda pública (a 122% del Producto Interno Bruto/PIB), lo que requeriría un esfuerzo de reducción fiscal extraordinario de volver a las reglas fiscales vigentes, las que permiten un nivel de deuda de solo 60% del PIB.
Los programas de reconstrucción y transformación
España – al igual que Puerto Rico – se apresta a recibir una infusión masiva de fondos europeos de reconstrucción post-pandemia: €60,000 millones en transferencias no reembolsables para impulsar la transformación ecológica y digital del país. Durante este año que comienza se dilucidarán numerosas interrogantes que han sido planteadas en el contexto español pero que pueden trasladarse a Puerto Rico: ¿tiene el país la capacidad de absorber un flujo de fondos de esa magnitud? ¿lograrán los proyectos estratégicos delineados por el gobierno subsanar las deficiencias estructurales de la economía?
En diciembre pasado, durante el CNE 2021 Growth Policy Summit, conversamos sobre este debate que apenas comienza con Ángel de la Fuente, Director Ejecutivo del think tank español FEDEA. De la Fuente esbozó algunas lecciones iniciales que Puerto Rico puede abstraer del caso español y sus esfuerzos por transformar su economía: evitar aferrarse a actividades que hayan perdido competitividad; aprovechar las nuevas oportunidades que ofrezca un entorno cambiante; y esbozar los planes en conjunto con los actores sociales.
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