Weekly Review – 28 de mayo de 2020

Publicado el 28 de mayo de 2020 / Read in English

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Weekly Review
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Estimado lector:

Bienvenido al Weekly Review de CNE. Este resumen semanal ofrece una mirada a los asuntos en los que CNE está trabajando o siguiendo de cerca.

La primera sección, En nuestro radar, es un breve resumen de tres o cuatro reseñas importantes de la semana anterior, en su mayoría artículos largos que ofrecen análisis de temas importantes.

Encabezando la sección Análisis de CNE presentamos una mirada profunda a un asunto en el que CNE está trabajando actualmente. El análisis de esta semana es un artículo del investigador asociado de CNE, Raúl Santiago Bartolomei, PhD, sobre la prestación de asistencia a los inquilinos que han sido afectados por la pandemia.

A esta sección le sigue un análisis más corto sobre un tema de política pública que es de gran importancia para Puerto Rico. En este resumen semanal, Rosanna Torres, directora de la oficina de CNE en Washington, D.C., escribe sobre los esfuerzos del Congreso para brindar asistencia a los inquilinos.

Terminamos con una breve presentación de un indicador económico o social que destaca una tendencia o desarrollo importante. Esta semana, Deepak Lamba Nieves, PhD, director de Investigación de CNE, presenta los resultados de un análisis para determinar el riesgo de reapertura para algunos sectores industriales en Puerto Rico.

En las próximas semanas podrán leer sobre energía, vivienda, la reconstrucción de Puerto Rico, asuntos fiscales y, por supuesto, la pandemia, entre otros temas. Estamos deseosos por compartir nuestro análisis con ustedes. Mientras tanto, manténganse saludables y gracias por su apoyo.

Sergio M. Marxuach, editor

En nuestro radar...

Crónica de una pandemia anunciada: esta pandemia probablemente no sea “la grande”, escriben Michael T. Osterholm y Mark Olshaker en Foreign Affairs. “La comunidad de salud pública ha sabido durante años con certeza que otra pandemia importante estaba en camino, y luego otra después de eso”. Y “terrible como es, el COVID-19 debería servir como una advertencia de lo mucho peor que podría ser una pandemia, y estimular la acción necesaria para contener un brote antes de que nuevamente sea demasiado tarde”.

Lecciones de la crisis de vivienda de 2008: Homewreckers, el reciente libro de Aaron Glantz sobre los inversionistas que se aprovecharon de la crisis financiera de 2008, es una lectura esencial a medida que nos precipitamos hacia una nueva catástrofe financiera. Glantz observa que hay dos formas en que un gobierno puede responder a una crisis causada por una especulación imprudente: interviniendo o haciéndose a un lado. Durante la Gran Depresión, Roosevelt intervino; Ronald Reagan, lidiando con la crisis de los bancos de ahorro y préstamo (savings and loans), se hizo a un lado. Las administraciones de George W. Bush y Barack Obama, por desgracia, se acercaron más al ejemplo de Reagan”. Lee la reseña del libro aquí.

Nadie sabe qué sucederá: la naturaleza de la crisis actual ha confundido a los expertos de todo el mundo. En este artículo de opinión para el New York Times, Mark Lilla nos advierte que “a un nivel, las personas piensan que cuanto más aprendan sobre lo que está predeterminado, más control tendrán. Esto es una ilusión. Los seres humanos quieren sentir que están en una marcha rápida hacia el futuro, cuando en realidad siempre estamos entre la niebla, golpeando el pavimento con nuestros bastones”.

Análisis de CNE

La necesidad de ofrecer asistencia para alquileres

Los inquilinos de bajos ingresos componen uno de los sectores con mayor riesgo de perder su vivienda o sufrir desplazamientos. En Puerto Rico, alrededor de una tercera parte de las familias viven en viviendas alquiladas, de las cuales más de la mitad gasta el 30% o más de su ingreso en pagar alquiler. En otras palabras, ya existía una crisis de asequibilidad para inquilinos aún antes del confinamiento por la pandemia.

Si a esto se le suma que el toque de queda ha dejado a muchas familias sin ingresos en los últimos dos meses, entonces existe una buena posibilidad de que muchos no puedan pagar su alquiler. Esto tiene repercusiones en cadena, puesto que muchos arrendadores, al no recibir los pagos de alquiler, tampoco pueden pagar sus hipotecas, préstamos y demás obligaciones financieras, dejando a la banca expuesta a una situación de falta de liquidez ante sus acreedores. Por eso en CNE nos unimos a las voces que reclaman que se implemente un programa de asistencia para alquileres, aunque apostamos por una propuesta específica.

La propuesta de CNE para un programa de asistencia para alquileres durante la pandemia

* Fuente: Promedio de 5 años del PRCS de 2018 y los límites de ingreso de HUD para 2020
** Fuente: Datos de HUD sobre vivienda subsidiada

Realizamos un cálculo aproximado y conservador sobre cuánto haría falta para expandir el programa de vales de Sección 8 para cubrir las necesidades de los inquilinos de bajos ingresos durante la pandemia. Según nuestros cálculos, casi 74,000 familias que alquilan en Puerto Rico tienen ingresos por debajo del 50% de la mediana de ingreso del área (AMI, por sus siglas en inglés), por lo cual serían elegibles para recibir un vale de Sección 8 pero no lo reciben actualmente. Usando datos de HUD sobre viviendas subsidiadas, identificamos que la brecha de asistencia para inquilinos asciende a $37.9 millones mensuales, o unos $455 millones por un año.

Propuestas federales para asistencia de vivienda

En un momento en que los funcionarios del gobierno y los expertos en salud instan a las personas a quedarse en casa, la ayuda dirigida a garantizar un hogar seguro se ha dirigido principalmente a los propietarios de viviendas, pero no a los inquilinos.

El Título II del proyecto de ley HEROES, presentado recientemente por los Demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU., incluye disposiciones para ayudar a los inquilinos con una asignación de $100 mil millones en forma de Subsidios para Refugios de Emergencia (ESG, por sus siglas en inglés) para asistencia de alquiler. De estos, $10 mil millones se reservan para vales de elección de vivienda. Estos fondos se distribuyen bajo diferentes fórmulas: la fórmula ESG existente (de la cual Puerto Rico ya participa) y a través de una nueva fórmula que será desarrollada por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. para las áreas más afectadas por la pandemia.

Se anticipa que la necesidad de asistencia de alquiler para Puerto Rico durante un año (en el lado conservador) es de aproximadamente $455 millones. Como argumentan los expertos en vivienda de CNE, la forma más efectiva de proporcionar esa asistencia es expandiendo el programa de vales de Sección 8 existente.

Las conversaciones iniciales con legisladores federales y funcionarios gubernamentales en Puerto Rico sobre la expansión de la Sección 8 han sido alentadoras. Sin embargo, el Senado de EE.UU. está en receso esta semana, lo que significa que las negociaciones sobre cualquier nuevo paquete de alivio por el coronavirus tendrían que esperar hasta su regreso a principios de junio. Les mantendremos informados a medida que se desarrollen los eventos.

Cálculo del riesgo de reapertura para los principales sectores industriales en Puerto Rico

Las nuevas órdenes ejecutivas decretadas por el gobierno de Puerto Rico, que han permitido que más empresas comiencen a operar después de un largo período de cierre, han generado una vez más preocupaciones sobre el riesgo de exposición al coronavirus. Como seguimiento a los análisis anteriores que realizamos sobre el riesgo por ocupación, llevamos a cabo una nueva evaluación de riesgo enfocada en los sectores industriales de Puerto Rico.

Source/Fuente: CNE Analysis/Análisis de CNE

El análisis combina el impacto en la salud, medido por el puntaje de riesgo del sector, y el económico, medido por el empleo del sector y su participación en el PIB (en la gráfica anterior, el tamaño de la burbuja es proporcional a la participación del sector en el PIB).

Nuestros resultados muestran que los sectores de salud, educación y comercio minorista tienen los puntajes de riesgo más altos, mientras que la agricultura, la manufactura y el transporte y almacenamiento tienen los más bajos. En términos de importancia económica, el sector manufacturero se destaca sobre todos los demás, ya que emplea a más de 70,000 personas y es el principal contribuyente a nuestro PIB. A pesar de sus contribuciones relativamente bajas al PIB, los sectores de gobierno y comercio minorista emplean, cada uno, a más de 120,000 personas a nivel local, y se ubican en el medio del rango de puntajes de riesgo.

Esperamos que esta herramienta ofrezca información clave para expertos en salud y asesores gubernamentales mientras continúan tomando decisiones con respecto a nuestro futuro en medio de la pandemia.