Weekly Review – 19 noviembre 2020

Publicado el 19 de noviembre de 2020 / Read in English

Ver todas las ediciones del
Weekly Review
COMPARTA

Estimados lectores:

Han pasado ocho meses desde que la gobernadora Wanda Vázquez emitiera el primer toque de queda en Puerto Rico debido a la pandemia de COVID-19. Después de cierto éxito inicial en el control de la propagación del virus, Puerto Rico ha registrado recientemente un aumento significativo en infecciones y hospitalizaciones, mientras que, lamentablemente, han muerto aproximadamente 1,000 personas. En Estados Unidos, la situación está esencialmente fuera de control, como informamos en la sección “En nuestro radar”.

Recientemente, hemos recibido noticias interesantes de fabricantes de dos vacunas, que de acuerdo con los datos iniciales de los ensayos de la Fase 3, parecen tener una tasa de efectividad de al menos el 90% para proteger contra la enfermedad. Sin embargo, una vez las vacunas estén aprobadas para uso general, nos enfrentamos a la compleja y difícil tarea de fabricarlas y distribuirlas. Así que todavía nos queda mucho camino por recorrer, pero definitivamente tenemos motivos para sentirnos esperanzados y agradecidos.

Esta semana celebramos otra fecha más alegre, los 22 años de CNE. Tenemos un mensaje especial de nuestro presidente y fundador, Miguel A. Soto-Class, para conmemorar la ocasión. Luego pasamos a un informe de Jennifer Wolff, directora del Buró de Madrid, sobre algunas políticas de salud pública efectivas implementadas en la Comunidad Valenciana. Cerramos con un análisis del Plan de Ajuste más reciente propuesto a los bonistas de Puerto Rico por la Junta de Supervisión y Administración Fiscal.

Finalmente, una nota corta para informarles que no publicaremos el Weekly Review el 26 de noviembre, ya que tomaremos un breve descanso para celebrar el Día de Acción de Gracias. Si bien 2020 ha sido un año difícil para todos nosotros, seguimos estando agradecidos por la fuerza para poder soportar la tormenta, como escribe Robert Nichols, uno de los famosos “soldados-poetas” de la Primera Guerra Mundial en este poema.

Regresamos el 3 de diciembre. Hasta entonces, manténganse saludables y fuertes, y feliz día de Acción de Gracias.

Sergio M. Marxuach, editor

Mensaje del presidente y fundador de CNE en el aniversario 22 de CNE

El tiempo ha tomado una dimensión especial este año de toques de queda, restricciones de movilidad y planes pospuestos. La vida parece moverse en cámara lenta, acelerándose a ráfagas, ya sea cuando se disfrutan momentos de alegría con la familia o cuando se celebran victorias reñidas con colegas. Celebrar el 22º aniversario de CNE esta semana es uno de esos momentos.

Desde 1998 hemos abordado desafíos complejos: cómo mejorar la competitividad de Puerto Rico, cómo forjar el rumbo hacia la recuperación económica, cómo asegurar una reconstrucción justa y equitativa, cómo reformar la infraestructura energética de la isla y cómo restaurar la salud fiscal del gobierno. El tiempo suele aportar aplomo a las personas y brillo a los objetos. En nuestro caso, el tiempo ha demostrado el valor de nuestro enfoque meticuloso basado en datos para temas complicados y ha aumentado nuestro compromiso con el análisis imparcial. También ha profundizado nuestro compromiso inquebrantable con Puerto Rico y nos ha ganado la confianza de personas interesadas, tanto en la isla como en EE.UU.

Mirar hacia atrás en el legado de estos 22 años nos ayuda a poner en perspectiva estos meses aparentemente extraños. Esperamos continuar este viaje con todos ustedes que comparten con nosotros el compromiso de un futuro mejor para Puerto Rico.

Miguel A. Soto-Class, presidente y fundador

Análisis de CNE

Pandemia y salud pública

Por Jennifer Wolff, Ph.D., directora – Buró de Madrid

Ausencia de datos, escasez de pruebas y falta de seguimiento de casos: estos fueron algunos de los escollos con los que tropezó la respuesta gubernamental a la pandemia del COVID-19 en Puerto Rico. Es cierto: no todo han sido sombras y han habido sus luces, como por ejemplo, el Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC). Gestado desde abajo a nivel municipal y desarrollado a nivel estatal por acreción, el SMICRC ha mostrado la capacidad de los profesionales de la salud, la comunidad científica, los alcaldes y los funcionarios públicos de la isla para generar respuestas eficaces, innovadoras y contundentes en medio de una emergencia. Entonces ¿cómo construir sobre esta experiencia para fortalecer la capacidad del sistema de salud de Puerto Rico para responder de forma efectiva a situaciones extraordinarias en el futuro?

Salvador Peiró, investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (FISABIO) de la Comunidad Valenciana, ofrece algunas respuestas. La Comunidad Valenciana – una de 17 regiones o comunidades autónomas de España – desarrolló temprano en la evolución de la pandemia del COVID-19 un programa robusto de seguimiento de casos que le ha permitido identificar y atajar los brotes con relativa efectividad.  El programa COVID-19 valenciano no surgió de la nada: capitalizó sobre un sistema eficaz de vigilancia epidemiológica que ya era parte de su sistema de salud pública y que cuenta con un abarcador sistema de datos que funciona en tiempo real, una red de epidemiólogos integrados a distintos niveles y un equipo permanente de rastreadores curtidos a través del tiempo.  En el video arriba, Peiró ofrece desde Valencia algunas claves útiles para fortalecer la salud pública en Puerto Rico.

Plan de ajuste revisado

Por Sergio M. Marxuach, director de Política Pública

En febrero de este año, la Junta de Supervisión y Administración Fiscal de Puerto Rico (“JASF”) llegó a un acuerdo con los bonistas de $10,600 millones de Bonos de Obligación General (“BOG”) de Puerto Rico y presentó una propuesta de Plan de Ajuste (“POA”, por sus siglas en inglés) ante el tribunal del Título III. Esa propuesta inicial buscaba ajustar aproximadamente $35 mil millones en reclamos de varios acreedores contra el gobierno de Puerto Rico e incluía no solo los BOG, sino también bonos emitidos por la Autoridad de Edificios Públicos (“AEP”), la Administración de los Sistemas de Retiro de los Empleados del Gobierno y la Judicatura (“ASR”), ciertos bonos pagaderos de flujos de impuestos que estaban sujetos a las disposiciones de “recuperación” (“clawback”) de la Constitución de Puerto Rico y otros reclamos hechos por acreedores no asegurados.

El plan inicial implicaba una recuperación combinada del 41.3% para los bonistas, reduciendo los pasivos pendientes de $35,000 millones a aproximadamente $15,000 mil millones. La contraprestación total ofrecida constaba de tres elementos (1) aproximadamente $6 mil millones en efectivo; (2) casi $5 mil millones en nuevos bonos COFINA Jr.; y (3) $ 4 mil millones de nuevos BOG. Sin embargo, tengan en cuenta que la recuperación por clase de bonistas variaba significativamente, desde cerca del 78% para algunos bonistas AEP hasta el 3% para los acreedores no garantizados.

El impacto económico de la pandemia COVID-19 obligó a la JASF a revisar su propuesta el 18 de agosto. Como se muestra en la gráfica a continuación, la propuesta del JASF de agosto redujo la recuperación total de los bonistas de $15,200 millones a aproximadamente $10,900 millones. Esta nueva oferta consistió en (1) aproximadamente $6 mil millones en efectivo; y (2) $4.9 mil millones en nuevos bonos BO. Se eliminó la emisión de nuevos bonos COFINA Jr.

Los bonistas respondieron con una propuesta para recuperar $15,300 millones, pero cambiaron la composición de la contraprestación que estaban dispuestos a recibir. Su contraoferta consistió en (1) $7 mil millones en efectivo; (2) $3.3 mil millones en bonos de COFINA Jr.; (3) $3.3 mil millones en nuevos BOG; y (4) aproximadamente $1.3 mil millones en forma de un instrumento de valor contingente (“IVC”), pagadero solo si los ingresos del IVU de Puerto Rico superan su meta anual establecida en el Plan Fiscal.

En nuestro radar...

La pandemia de COVID-19 en EE.UU. – La pandemia de COVID-19 está esencialmente fuera de control en Estados Unidos. Richard Danzig, James Lawler y Thomas P. Bossert escriben en el Washington Post que para reducir los eventos de propagación en masa, el énfasis de la política pública a corto plazo debería “estar en tres intervenciones, ejecutadas en conjunto, en cualquier región con más de 20 casos por 100,000 personas por día. Estas son (1) restringir temporeramente todas las reuniones de adultos dentro de edificios a no más de 10 personas; (2) cerrar restaurantes, bares y clubes que son encerrados; y (3) exigir el uso universal de mascarillas en público”.

Una recuperación económica desigual  – El Wall Street Journal informa que “el coronavirus le ha dado un duro golpe a la economía mundial, ha dejado inactivos a los trabajadores y ha llevado a la quiebra a compañías en todo el mundo. Pero está surgiendo una clara división entre los fabricantes y muchos proveedores de servicios”. En general, “los países, los trabajadores y las industrias que dependen de la fabricación de productos, desde computadoras hasta muebles y juguetes, se las arreglan, o incluso prosperan, en medio de la vorágine económica. Mientras tanto, quienes brindan el tipo de servicios cara a cara que la gente evita por temor a la infección (viajar, salir a comer, ir al cine y algo de cuidado infantil) están en apuros. Los servicios que no requieren proximidad física, como muchos servicios financieros, software y telecomunicaciones, se han visto menos afectados, al igual que la construcción y la agricultura”.

Ajuste de cuentas para la era de Trump – Después de cuatro años de abusos de poder, corrupción, odio racista y negación de una pandemia mortal por parte del presidente Trump, Masha Gessen aboga a favor de un reconocimiento público del daño que él y sus seguidores han ocasionado. Para hacer esto, escribe Gessen en The New Yorker, “No tenemos que inventar un conjunto de rituales completamente nuevo, porque algunas instituciones existentes los brindan. Un ajuste de cuentas puede incluir audiencias del Congreso, investigaciones de fiscales especiales, procesos judiciales, proyectos periodísticos, comisiones de reconciliación y algunos formatos que aún están por inventarse. Todas estas son formas ritualizadas de reconocer y documentar la herida, de contar historias y no en compañía de sus amigos y familiares más cercanos, que los han escuchado antes, sino en público, ante una audiencia de personas, algunos de los cuales son muy diferentes a ti”.