Deterioro del estado, inestabilidad y vulnerabilidad

El científico político puertorriqueño Jaime Lluch argumenta en una columna publicada recientemente en este diario, ¿Por qué fracasa Puerto Rico?, que nuestras instituciones y prácticas políticas muestran un alto nivel de deterioro: la prevalencia de redes de clientelismo y de corrupción; la dependencia en las conexiones sociales entre grupos sociales privilegiados por encima del criterio de mérito en todo tipo de relaciones económicas y políticas; un alto grado de disfuncionalidad e ineficiencia del aparato estatal y la burocracia; y unas élites asociadas a los dos partidos principales que usan al gobierno para su beneficio.

Reestructurar la deuda para crecer

El Gobierno, con el aval de la Junta de Supervisión Fiscal, tomó una decisión acertada cuando radicó una petición para el ajuste ordenado de sus deudas y obligaciones bajo el Título III de PROMESA el pasado 3 de mayo. De lo contrario, Puerto Rico habría estado expuesto a litigios costosos y prolongados, lo que habría socavado los esfuerzos de recuperación de su economía.

Política fiscal y competitividad en el siglo XXI

El ajuste incluido en el Plan Fiscal aprobado el pasado día 13 de marzo, por sí solo, no servirá para restablecer el crecimiento de la economía de la isla. En el Centro para una Nueva Economía hemos expresado que Puerto Rico tiene que recobrar su competitividad a nivel internacional para generar los niveles necesarios de crecimiento económico sostenido.

Repensar la asistencia económica para el desarrollo

Existe una urgencia de reformar los programas de asistencia social para asegurar una red de seguridad adecuada para familias vulnerables, y proveer incentivos para alcanzar la autosuficiencia económica de éstas. ¿Cómo podemos mejorar estos servicios en Puerto Rico de manera cónsona con estos objetivos?

Una visión para el desarrollo

Una visión para el desarrollo Publicado el 20 de noviembre de 2016 Gustavo J. Bobonis Investigador Senior No Residente COMPARTA Al igual que en Grecia, muchos observadores ocasionales del caso de Puerto Rico atribuyen la debacle económica de la isla a la mala gestión fiscal del gobierno. Sin lugar a dudas, la gestión fiscal jugó Read More

Dándole peso al futuro

¿Es cierto que nuestra sociedad está dirigida al ocio en lugar del trabajo? ¿Al consumo en lugar del ahorro? La respuesta a estas interrogantes es importante: la voluntad para postergar la gratificación al futuro se considera un factor crucial, no sólo para nuestro desarrollo económico sino también para nuestro desenvolvimiento social y político.

Monitoreando a nuestro gobierno, ganamos

Casi todos los días escuchamos quejas acerca de la falta de transparencia de nuestro sistema de gobierno, del mal uso de fondos públicos y de la falta de ‘rendición de cuentas’ de nuestros representantes en las instituciones públicas del país. Existe una percepción general de que es extremadamente difícil resolver este problema. Al funcionario que malgasta o malversa fondos públicos, o que lo permite, no se le penaliza en nuestro sistema político o de justicia. Que vivimos bajo una cultura de impunidad. Algunos piensan que estas prácticas de corrupción, clientelismo y de ‘panismo’ están tan arraigadas en nuestro andamiaje social que lo consideran un rasgo cultural.

¿Reformas estructurales o graduales?

Como académico puertorriqueño en el exterior, leo y escucho en los medios acerca de la falta de un programa o un modelo de desarrollo económico para Puerto Rico. Esta crítica proviene de múltiples sectores del país, de líderes del sector privado y de la academia, entre otros. Ésto a pesar de la formulación en las últimas décadas de múltiples delineamientos de desarrollo nacional, como el Nuevo Modelo de Desarrollo Económico de la década de los noventa y el proyecto Puerto Rico 2025, por mencionar algunos.