CNE – Centro Para Una Nueva Economía – Center for a New Economy
Non-profit, economic research and policy development organization
Las familias en Puerto Rico ya llevan dos meses en confinamiento y toque de queda con el fin de mitigar los efectos de la pandemia del COVID-19, evidenciando que la vivienda se ha convertido en una infraestructura crítica de salud pública. Es de suma importancia, entonces, asegurar vivienda y refugio para todos mientras superamos la crisis actual. Conoce más sobre nuestra propuesta.
Además de atender la emergencia de salud pública producto de la pandemia del COVID-19, el gobierno de Puerto Rico tiene una cargada agenda de asuntos pendientes. Entre estos podemos mencionar la reestructuración de la deuda del gobierno central; poner en marcha la reconstrucción de la infraestructura afectada por los huracanes de 2017 y los terremotos de este año; y la modernización de la Autoridad de Energía Eléctrica (“AEE”), entre otros asuntos.
Realizamos un cálculo aproximado y conservador sobre cuánto haría falta para expandir el programa de vales de Sección 8 para cubrir las necesidades de los inquilinos de bajos ingresos durante la pandemia. Continúe leyendo para conocer nuestros hallazgos.
No es inusual, ante una crisis, escuchar a un gobernante o leer algún eslogan publicitario que apela a la unidad ante la adversidad e insinuar que “todos estamos en el mismo bote”. Sin lugar a dudas, el esfuerzo colectivo es clave, especialmente en estos tiempos cuando quedarse en la casa es la manera más efectiva de controlar el contagio de un virus que se propaga con suma rapidez y puede ser letal. Pero no nos llamemos a engaños.
Rosanna Torres explica las medidas que el Congreso de EE. UU. debe tomar para apoyar a Puerto Rico durante la pandemia del COVID-19.
Letter to Congressional Leadership Regarding COVID-19 in Puerto Rico
What provisions will impact Puerto Rico? What’s missing? CNE’s DC Office Director Rosanna Torres breaks it down.
Puerto Rico, which has seen its share of significant back-to-back crises, is once again caught unprepared to tackle the economic costs and public health challenges that will arise from this epidemiological shock. It is just not equipped to face a large-scale health care crisis. That is unless we can secure federal support and empower local institutions.
