Weekly Review – 28 enero 2021

Publicado el 28 de enero de 2021 / Read in English

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Estimados lectores:

El nuevo año ha comenzado con una insurrección, una toma de posesión y un juicio político. Y si bien hay algunas señales de un regreso a la normalidad en Washington, D.C. (por ejemplo, conferencias de prensa que en realidad son informativas), es demasiado pronto para decir que todo está tranquilo en el frente del norte. El juicio político del presidente Trump en el Senado ciertamente agitará las aguas políticas. Por no mencionar la disposición de los demócratas para que el Congreso apruebe un paquete de ayuda de 1.9 billones de dólares ($1.9 trillion) utilizando una maniobra procesal para sortear un bloqueo por parte de los republicanos.

De hecho, la amenaza de los demócratas de eliminar el filibusterismo puede resultar ser el tema más controversial durante los primeros 100 días de la administración Biden. No hay duda de que la regla para terminar el debate (cloture) es antidemocrática y beneficia indebidamente a los senadores de estados mayoritariamente rurales con poblaciones pequeñas a expensas de la mayoría urbana y, por lo tanto, debería eliminarse.

En la práctica, sin embargo, eso es muy poco probable. Primero, porque el presidente Biden es un institucionalista del Senado, después de haber pasado 36 años como senador de Estados Unidos. En segundo lugar, porque los republicanos nunca votarán por su eliminación, mientras que los demócratas están divididos sobre el tema y al menos dos senadores demócratas de estados de tendencia republicana ya han dicho que votarán en contra de la propuesta (Manchin-WV y Sinema-AZ). Esto no significa que el problema esté eliminado. La mayoría demócrata en el Senado enfrentará la presión de su flanco izquierdo para acabar con el filibusterismo si los republicanos deciden atrincherarse y refutar todo esfuerzo político significativo del lado demócrata.

El desafío, entonces, tanto para demócratas como para republicanos es cómo implementar una agenda audaz del siglo XXI utilizando herramientas políticas del siglo XVIII.

Sergio M. Marxuach, editor

Análisis de CNE

Crédito de la imagen – AP Photo: Alex Brandon

Los primeros 100 días del presidente Biden

Por Sergio M. Marxuach, director de Política Pública

La administración Biden ha comenzado a funcionar de una manera que no se había visto en Washington en décadas. El presidente ha firmado decenas de órdenes ejecutivas y ha señalado que pronto enviará importantes proyectos de ley al Congreso. Entre los temas que el presidente quiere abordar durante sus primeros 100 días encontramos los siguientes:

  • Respuesta a la pandemia y alivio económico: el presidente ha presentado un paquete de $1.9 billones para reforzar la respuesta federal a la pandemia, ayudar a los gobiernos estatales y locales y brindar asistencia económica a millones de trabajadores desempleados y dueños de empresas. Algunos republicanos se han resistido a la cantidad, pero la administración está haciendo lo correcto al presentar un paquete completo en este momento. De lo contrario, corremos el riesgo de sufrir daño económico permanente a medida que la pandemia se desvanece lentamente.
  • Infraestructura – Los asesores económicos también han declarado que la administración dará a conocer el próximo mes un paquete de recuperación económica más amplio centrado en el gasto en infraestructura. La infraestructura tradicional, es decir, carreteras, puentes, aeropuertos, etc., está en muy mal estado en los Estados Unidos. Una inversión significativa en infraestructura por parte del gobierno federal abordaría las necesidades de años y proporcionaría un estímulo económico muy necesario en todo el país.
  • Cambio climático – Además de las órdenes ejecutivas que ya ha firmado para volver a unirse al Acuerdo Climático de París y detener el oleoducto Keystone, el presidente planifica revelar, probablemente como parte del paquete de infraestructura más grande, inversiones federales en tecnología verde, que abarcan investigación y desarrollo, manufactura, y el despliegue de nuevas tecnologías energéticas.
  • Servicios de salud – Las propuestas de servicios de salud del presidente Biden se basan en ampliar la magnitud y el alcance del Affordable Care Act. Sus asesores de servicios de salud buscan ampliar el acceso a los mercados de seguros; crear una nueva alternativa de seguro público junto con los planes de salud privados; y reducir la edad a la que las personas suelen ser elegibles para Medicare, el programa de seguro federal para estadounidenses mayores, de 65 a 60 años.
  • Inmigración – El presidente ya firmó órdenes ejecutivas que revocan la prohibición de viajeros de ciertos países musulmanes; detuvo la construcción del muro fronterizo con México; y ordenó a las agencias de inmigración de los Estados Unidos que establezcan pautas estrictas para arrestar y deportar inmigrantes. Además, la administración planifica enviar al Congreso un proyecto de ley de reforma migratoria integral, que prevé, entre otras cosas, una ruta hacia la ciudadanía para casi 11 millones de inmigrantes indocumentados, luego de un período de ocho años y el pago de ciertas multas.

El reto trasatlántico de EE.UU.

Por Jennifer Wolff, Ph.D. – directora, Buró de Madrid

La ambiciosa agenda doméstica de la administración Biden – de la que Puerto Rico espera ser parte – competirá en atención y recursos con la necesidad de remendar las fracturas que hereda en el ámbito internacional. En Europa se suspira alivio – “un nuevo amanecer para los lazos trasatlánticos” dijo el Parlamento Europeo sobre la investidura de Biden – pero el retorno de EE.UU. al redil internacional estará plagado de retos, aún con los europeos, sus socios tradicionales.

Como bien advirtió desde Berlín la Canciller alemana Ángela Merkel, una figura formidable en el ámbito europeo: “no crean que solo habrá armonía entre nosotros, habrá discusiones sobre qué es mejor para cada uno de nuestros países”.  Palabras mayores, si se considera que EE.UU. y la Unión Europea (UE) ostentan, según la Comisión Europea, la mayor relación bilateral del mundoEuropa es el socio comercial más importante de los EE.UU., con un intercambio de productos y servicios valorado por el Congressional Research Service de EE.UU. en $1.3 trillones anualmente.

La imagen de EE.UU. ha perdido lustre en Europa. El prestigioso European Council on Foreign Relations (ECFR), un think tank de estudios estratégicos con múltiples sedes en el continente, publicó en enero de 2021 los resultados de una encuesta que condujo en 11 países de la Unión Europea. Aunque la mayoría de los encuestados expresó júbilo con la elección de Biden, muchos mostraron desconfianza hacia “América” y su futuro: tanto como uno de cada tres (32%) piensa que los estadounidenses pudieran volver a elegir a alguien como Trump; y más de la mitad (51%) piensa que el sistema electoral de EE.UU. “está roto” y no funciona bien. Esto hace que EE.UU. sea visto como un socio potencialmente inestable.  El Fondo Monetario Internacional construyó recientemente un índice para medir la incertidumbre global y encontró que EE.UU. – su política internacional, sus políticas monetarias y sus eventos electorales – ha sido una de las principales fuentes de incertidumbre en la economía mundial durante las pasadas décadas.

Panorama de datos

Una tormenta de órdenes ejecutivas

Según The Economist, El presidente Biden ha emitido órdenes ejecutivas “a un ritmo vertiginoso. A pocas horas de haber prestado juramento, había vuelto a comprometer a Estados Unidos con el acuerdo climático de París; restableció los lazos con la Organización Mundial de la Salud; levantó la prohibición de viajar a Estados Unidos desde varios países de mayoría musulmana; prometió proteger de la deportación a los “dreamers”, traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños; extendió temporeramente la moratoria de desalojos de hogares y los pagos de préstamos federales para estudiantes; hizo obligatorio el uso de mascarillas en aeropuertos, transportación pública y edificios federales; y detuvo la construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México”.

En nuestro radar...

Estímulo para comprar productos “hechos en Estados Unidos”The Hill informa que el presidente Biden firmó “una orden ejecutiva destinada a fortalecer las reglas de ‘Compre productos estadounidenses’ con el objetivo de aumentar la adquisición por parte del gobierno federal de productos fabricados en Estados Unidos”. Entre otras cosas, la orden “tiene como objetivo aumentar los requisitos de contenido nacional y cerrar algunas exenciones legales actuales. Y ordenaría a las agencias federales que utilicen la asociación de extensión de manufactura, una red de pequeñas y medianas empresas en los 50 estados y Puerto Rico, para garantizar que las agencias se conecten con nuevos proveedores nacionales”.

Rendición de cuentas – “Se ha hablado mucho de la palabra unidad en el último año. Después del ataque al Capitolio el 6 de enero, muchos legisladores republicanos pidieron unidad, respondiendo a la justa ira de sus colegas legisladores que exigieron investigaciones, arrestos y residenciamiento. El tema de la unidad también fue un pilar principal de la campaña de Biden-Harris, mensajes destinados a implorar a la nación que luche por un nuevo futuro. La unidad, para algunos, es puro sentimiento. Una panacea rápida y sin complicaciones que se logra simplemente con una llamada telefónica. Para otros, sin embargo, la unidad requiere trabajo duro y responsabilidad, o nos corremos el riesgo de otorgar un perdón inmerecido por transgresiones dañinas, tapando injusticias profundas…” escribe Syreeta McFadden en The Atlantic.

Presupuestos de estados y ciudades –”La pandemia de coronavirus está ejerciendo una enorme presión presupuestaria sobre los gobiernos estatales y locales, amenazando con recortes profundos y potencialmente duraderos en la educación, la infraestructura y otras inversiones importantes”. Obligar a los gobiernos estatales y locales a balancear sus presupuestos en medio de una pandemia solo afectará la recuperación económica. Por eso se necesita ayuda federal, argumentan Anshu Siripurapu y Jonathan Masters en este Backgrounder publicado por el Council on Foreign Relations.