Autoridad

En el gobierno de Puerto Rico hay varias corporaciones públicas con el nombre de Autoridad. Autoridad de los Puertos, Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura y varias otras. Sin embargo, es muy interesante que solamente a una de estas se le conoce y se le identifica con la palabra “Autoridad” por sí sola, y no creo que sea casualidad.

Igualitos

Llevamos ya quince años desde que se fundó el Centro para una Nueva Economía, y desde el principio estamos escuchando al gobierno de turno decir que mantengamos la tranquilidad, que no nos preocupemos por el confiscatorio costo de energía pues ya se han tomado los pasos necesarios para que en dos o tres años baje la factura de luz. Va y viene la administración de turno, y el costo en vez de bajar como prometieron, sigue subiendo.

Futuro

En los 15 años que el Centro para una Nueva Economía lleva trabajando, hemos llevado a cabo más de 150 presentaciones, conferencias y eventos de múltiples y variados temas. Sin embargo, creo que ninguna ha tenido el éxito, tanto sustantivo como presencial, que nuestra pasada conferencia anual sobre concertación social hace apenas unos días.

¿Concertación?

La palabra se ha puesto de moda: “concertación” para atajar la crisis fiscal del Gobierno, “concertación” para atender la debacle de los sistemas de retiro, “concertación” para abordar el desastre en los servicios públicos. Casi se ha convertido en un refrán, una especie de poción mágica que todo el mundo receta para cualquier problema o dificultad.

Empleos

Una de las ventajas que tiene haber trabajado directamente en política pública por más de veinte años, quince de ellos en el Centro para una Nueva Economía, es saber distinguir entre lo que tiene potencial de funcionar y lo que no. Cada cuatro años, pasada la euforia post-electoral, cada administración cae en muchas de las mismas trampas que las anteriores.

Promesas

Estamos en la época de las promesas. Por un lado tenemos las promesas políticas. Por otro lado están las promesas religiosas. Pero hay un tercer tipo de promesa que me parece muy relevante en este momento que vivimos en Puerto Rico. Y es la promesa de lo que puede ser.

Respaldo

El Trío Vegabajeño grabó una canción en el 1953 que decía: “Navidad que vuelve, tradición del año; unos van alegres, otros van llorando”. Cualquiera diría que, dado el resultado de las elecciones, la hubieran escrito en estas navidades del 2012. Fuera de relajos, me parece vital que en el momento en que nos encontramos, luego de unas tumultuosas elecciones, en un año de tan doloroso trauma económico y acercándonos a las fechas navideñas, tomemos un momento para reflexionar sobre cómo debemos reaccionar a lo que ha sucedido y de qué manera nos debemos preparar para lo que nos espera.

Aterrorizante

Los puertorriqueños vivimos enamorados de la política. Ya es cliché decir que es el deporte nacional del país pero esa es la verdad. Por más que nos quejemos de los políticos, de sus chanchullos, de nuestros alcaldes y legisladores folclóricos y de las detestables caravanas, la triste realidad es que vivimos un intenso romance con la política que no podemos negar.