A oscuras no

El anuncio reciente de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) a los mercados financieros sobre un aumento en sus tarifas para los años fiscales 2018 y 2019 es un ejemplo de la lógica retorcida con que se maneja la cosa pública en estos días.

AEE: ¿Más de lo mismo?

¿Es la propuesta que presenta la AEE en su Plan Integrado de Recursos la mejor apuesta para el dinero que vamos a aportar los clientes para transformar la infraestructura eléctrica de Puerto Rico?  Tal parece que existen otras opciones que deberían considerarse.

Kairos

De acuerdo con el monje católico Thomas Merton los antiguos griegos usaban dos palabras para describir el concepto del tiempo: chronos y kairos. Chronos es el tiempo cuantitativo y secuencial que dividimos en minutos, horas, días y semanas, en esencia los pequeños compartimientos de tiempo que rigen nuestra vida.

Acuerdos de confidencialidad

Hace unos días nos enteramos, a través de un documento subrepticiamente colgado en la Internet, que después de negociaciones hasta las altas horas de la noche, y sabrá Dios de cuántos manejos arteros en cuartos oscuros, la AEE llegó a unos acuerdos con un grupo de bonistas, dos bancos comerciales, y con el Banco Gubernamental de Fomento para posponer ciertos pagos y enmendar los documentos que evidencian las obligaciones de la AEE con estos prestamistas, entre otras cosas.

Estado de excepción

Decía hace un tiempo Efrén Rivera Ramos, catedrático de Derecho, que uno de los peligros de los tiempos de crisis es la rapidez con que se implantan los estados de excepción: se imponen medidas draconianas, se menoscaban conquistas sociales, y se suspenden derechos fundamentales.

Analizando la reforma energética

La noticia de que la Autoridad de Energía Eléctrica se vio precisada a recurrir a su fondo de mejoras permanentes para saldar una deuda con uno de sus suplidores de combustible sirve para constatar la precaria situación financiera de la corporación

Sin vara mágica

Aún de niña me costaba creer en cuentos de hadas: la muchacha pobre que termina con el príncipe o el buhonero que acaba con un marquesado. La realidad siempre está después del ‘colorín colorado’: el príncipe ronca y el marquesado está hipotecado hasta más no poder.